La esperada primera reacción de Isabel Preysler al 'affaire' de Íñigo Onieva

La esperada primera reacción de Isabel Preysler al 'affaire' de Íñigo Onieva

La sonada ruptura de Tamara Falcó y el empresario Íñigo Onieva cuando estaban a las puertas de casarse ha hecho correr océanos de tinta. No es para menos, pues el escándalo del vídeo en el que Onieva aparecía besando a otra mujer en el festival ‘Burning Man’ a pocos meses de pasar por el altar fue mayúsculo.

Con permiso de la separación de Risto y Laura Escanes, la prensa del corazón no hablaba de otra cosa. Todo el mundo ha opinado y comentado el affaire, incluida la propia Tamara, pero faltaba escuchar una voz muy relevante en toda esta historia: la de Isabel Preysler. Pues bien, ese momento que muchos estaban esperando, por fin ha llegado.

No sabemos a ciencia cierta el papel que ha jugado la madre de Tamara Falcó en todo este entuerto, si ha influido o no en Tamara o si, como se llegó a decir, contrató a detectives privados para que espiaran al joven al intuir que no era trigo limpio. Sea como fuere, lo cierto es que, a buen seguro, ha tenido un rol importante.

Tras la tormenta llega la calma

Lo primero que ha dicho ha sido acerca del estado anímico de Tamara tras la sonada ruptura. “Tamara se encuentra estupendamente y va muy bien. Estamos muy tranquilos en casa. Yo, mientras están tranquilos mis hijos, y Tamara está tranquila, yo estoy tranquila”, ha asegurado Isabel. Respuesta de manual de la madre de Tamara, que no es precisamente una recién llegada al mundo de la prensa del corazón.


Los periodistas no se han quedado ahí, como es lógico, y han querido saber más acerca de cómo Isabel ha vivido toda esta historia de infidelidades y mentiras por parte de Onieva. Le han preguntado directamente si la ruptura había sido un alivio para ella, a lo que Preysler ha tirado balones fuera. “No podría decir un alivio. Lo que sí es un alivio es que ella esté tranquila y bien, eso es un alivio. Yo lo he llevado bien. Mientras vea a mis hijos bien, yo estoy bien”, ha explicado. Segunda respuesta de manual.

Preguntada acerca de las disculpas de Íñigo Onieva, quien contó que estaba “destrozado y muy arrepentido” de su actitud y que está dispuesto a pedirle perdón a su exprometida “las veces que haga falta”, Isabel ha jugado al despiste de nuevo asegurando que no había visto las declaraciones del empresario porque se acaba de levantar de la cama por culpa de una gripe: “He estado sin televisión, sin nada”. Algo que parece difícil de creer, pero cosas más raras se han visto.

A pesar de ello, ha querido echar un capote a Onieva agradeciendo el gesto. “Me parece muy bien. Muy cariñoso y muy correcto por su parte”, ha zanjado sin querer entrar más a fondo en la cuestión. Quien también ha mostrado su apoyo a Tamara ha sido Vargas Llosa, que ha dicho que la apoya “totalmente” en este momento tan complicado para ella.

Más allá del asunto que ha monopolizado la información del corazón, Isabel también ha querido salir al paso de otra polémica que ha afectado de pleno a su hija, tras sus controvertidas afirmaciones en el marco de un congreso ultracatólico en el que la Marquesa de Griñón, donde dijo que vivimos “un momento muy complicado por los tipos distintos de sexualidades y lugares donde poder ejercer el mal”. En este punto, Isabel sí que se ha mostrado contundente al afirmar categóricamente que “no hay ninguna duda” de que su hija “por supuesto que no es homófoba”. Dicho queda.




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