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La estrategia de Apple para mantener el trono: depender menos de terceros y construir su ecosistema de productos


Apple se ha convertido en la primera empresa en la historia de Estados Unidos en alcanzar los dos billones de dólares (1,67 billones de euros) de valor bursátil. En plena pandemia de coronavirus, el gigante tecnológico se ha visto obligado a repensar sus eventos y anunciar sus novedades en actos virtuales sin público. También a retrasar algunos de sus lanzamientos más esperados. Aun así, la compañía ya ha renovado su gama de ordenadores, iPads, Apple Watch y justo esta semana ha sido el turno de un nuevo altavoz inteligente y los esperados iPhone 12.

¿Cuál es la estrategia de Apple para lograr el trono en el mercado de la tecnología? “Apple no quiere ser el fabricante que más ordenadores, smartphones y tablets vende”, afirma Marc Alonso, responsable de contenidos en Macnificos, una tienda especializada en productos de Apple. Según cuenta, el objetivo de la compañía de la manzana siempre ha sido “fabricar los mejores ordenadores, smartphones y tablets del mercado”. “Desde los años 90, con el regreso de Steve Jobs a la compañía, se ha centrado con éxito en eso, una estrategia a la que ha seguido fiel Tim Cook, ahora al mando de la empresa”, afirma.

Alonso explica que este año Apple ha presentado novedades que, aunque a priori pueda parecer que no representan un gran cambio, muestran hacia dónde va la compañía y cómo busca distanciarse de la competencia. Para él, el anuncio más importante fue el que Apple hizo en junio en su conferencia de desarrolladores. La compañía de Cupertino pretende iniciar una nueva era al sustituir los procesadores de Intel por sus propios chips basados en la arquitectura ARM y diseñados a medida para sus computadoras de escritorio y portátiles Mac.

Este movimiento podría suponer un antes y un después en los ordenadores de Apple, que desde 2006 han utilizado procesadores de Intel basados en arquitectura X86. Los nuevos procesadores se llamarán Apple Silicon y saldrán a finales de año. La transición total será en 2021. La compañía de la manzana pasaría así a tener un mayor control de los componentes de sus dispositivos. El popular analista de Apple Ming-Chi Kuo afirmó en marzo que el cambio permitiría a la compañía ahorrar entre un 40% y un 60% del coste de sus procesadores. Además, le serviría para dejar de depender de la hoja de ruta de Intel de cara a actualizar sus dispositivos y para diferenciarse más de los ordenadores basados en Windows.

Fernando Suárez, presidente del Consejo de Colegios de Ingeniería Informática, explica que tradicionalmente la estrategia de Apple se ha centrado en construir un ecosistema de productos basado en su diseño no solo del hardware, sino también del sistema operativo. “Esta tal vez haya sido su principal diferencia con sus competidores, ya que por lo general los fabricantes emplean sistemas operativos de terceros como Windows o Android”, indica. Además, resalta la fuerte apuesta de Apple en el sector de la salud personal —con dispositivos pensados para monitorizar la frecuencia cardíaca o los niveles de oxígeno en sangre— y de cara a reforzar su imagen de marca, que en cierta manera “otorga cierta exclusividad a los usuarios”.

Los nuevos iPhone 12

Hay otros dispositivos de Apple que este año también estrenan procesador. Tanto los nuevos iPhone 12 como el iPad Air incorporan el chip A14 de 5 nanómetros. Este chip aumenta en un 40% el rendimiento de su antecesor y mejora los gráficos en un 30%, según la compañía. Los iPhone 12, que son probablemente los dispositivos más esperados de Apple, han sido presentados esta misma semana en un evento virtual retransmitido en su página web y su canal de Youtube.

Suárez afirma que las keynote de Apple ya no son lo que eran. Y tampoco las expectativas de los usuarios. Si bien “suponen un paso adelante en las prestaciones y el rendimiento [de los dispositivos], parece que hay un cierto agotamiento en cuanto a innovación”. Coincide con él César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC): “En general los anuncios de esta semana son bastante continuistas, poco sorprendentes y muy en la línea de lo que viene haciendo la compañía estos últimos dos o tres años”.

La principal novedad de los iPhone 12 es que son por primera vez compatibles con las redes 5G. Además, como ya es habitual, Apple ha realizado mejoras en el ámbito fotográfico para intentar que sus cámaras sean las mejores del mercado. Córcoles resalta que en el iPhone Pro y Pro Max el sistema de cámaras integra un sensor LIDAR, “que permite al móvil captar el mundo en 3D”. “Esto debería mejorar un poco el funcionamiento de las cámaras, especialmente en el enfoque, pero sobre todo abre muchas posibilidades para crear aplicaciones de realidad aumentada”, explica. No obstante, aún habrá que ver si existe realmente un mercado interesado en este tipo de aplicaciones.

A diferencia de otros fabricantes, la compañía de Cupertino sigue apostando también por las pantallas pequeñas. “Recuerdo cuando Apple insistía con que el tamaño del iPhone 4 era el ideal para manejarlo con una mano mientras la competencia se empeñaba en lanzar smartphones enormes”, cuenta Alonso. Pero los cambios en los hábitos de consumo del usuario han llevado a la compañía a adoptar tamaños “menos cómodos”.

No obstante, Apple también ha lanzado el iPhone 12 Mini, un terminal de gama alta pero con una pantalla compacta de 5,4 pulgadas. A Alonso no le cabe duda de que será uno de los terminales más vendidos. Según auguran en Macnificos, solo por detrás del iPhone 12 y muy cerca del iPhone 12 Pro de 6,1 pulgadas. “Es cuestión de tiempo que el resto de marcas comiencen a lanzar modelos de tamaño similar”, sostiene.

La controversia de unos móviles sin cargador ni auriculares

Suárez considera que el giro más destacado ha sido el enfoque medioambiental de Apple en sus productos. La compañía de Cupertino asegura que es una empresa neutra en carbono en todas sus operaciones corporativas mundiales y afirma que para el año 2030 espera haber alcanzado el impacto climático cero en todo su negocio. Bajo esta premisa y con el objetivo de reducir las emisiones de carbono, ha anunciado que los iPhone 12 no incluirán en la caja ni cargador ni auriculares. Es decir, únicamente vendrá con el cable de carga lightning con conector USB tipo C.

La decisión ha generado cierta polémica. Si bien hay quienes en sus hogares tienen múltiples cargadores o auriculares, esta medida puede ser vista también como una forma de quitar estos accesorios de la caja para aminorar costes y luego venderlos por separado. “Este tipo de decisiones siempre tienen detractores y gente que está a favor”, afirma Suárez, que también es presidente del Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia.

Él lo ve más “como un elemento estético que como una medida real porque seguramente muchos usuarios acaben comprándolo aparte”. Aun así, reconoce que “muchas veces acabamos acumulando un montón de cables y cargadores a los que no les damos uso”: “En ese sentido puede también tener parte de lógica”. Para él, es más criticable que Apple no se haya sumado a la búsqueda de un cargador universal, ya que si una persona pasa de un teléfono de otro fabricante a un iPhone se verá obligada a comprar un cargador.


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