Los bilbaínos y sus vecinos se están preparando a fondo para la Semana Santa. En apenas seis días se han agotado los 110.000 bonos de 10 y 20 euros que ha puesto en circulación el Ayuntamiento de Bilbao para ayudar a la hostelería. El Consistorio pone un millón de euros, el consumidor pone otro millón con los que compra, y los hosteleros adheridos al programa se llevan los dos millones. “No se trata de financiar el poteo, sino de consolidar el empleo de bares y restaurantes”, definió el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Una iniciativa que según las instituciones mueve la economía local e incentiva el retorno en IVA, pero sobre todo “consolida el empleo”, aseguran fuentes municipales.
En las primeras 24 horas se vendieron 66.000 vales, y para la tarde del jueves se habían vendido ya el 95%, un total de 105.000. La web www.bonobilbao.eus seguía colapsada el viernes, incluso después de agotarse los 110.000. De los 692 establecimientos de hostelería adheridos a este programa, en cuarenta, los bonos de descuento llevan agotados desde la noche del lunes. Los establecimientos de los barrios de Abando, Ibaiondo, Deusto y Uribarri (todos ellos en las zonas centro y Casco Viejo de la capital vizcaína) ya habían llenado su cupo para el martes. A la hora de comprarlos había que elegir el restaurante y muchos de ellos ya habían agotado la cantidad máxima de 6.000 euros que puede recibir cada uno, apenas 48 horas después de abrirse el lunes periodo de compra.
Así ha sucedido en casas con estrella Michelin como el Mina, El Zortziko o el Ola, de Martín Berasategui. Daniel García, el chef de Zortziko está muy agradecido a sus clientes. “Se agotaron en una hora, me dicen, y eso es una gran satisfacción”, asegura. “Los bonos están animando a la gente a salir, con todas las precauciones, y a darnos un pequeño respiro”, anima a la gente.
El hecho de que los bonos sean a nombre de los restaurantes facilita que, en caso de un posible cierre de los locales por la pandemia, o restricciones de aforo, los hosteleros reciban el 50% del importe de cada bono, es decir, la parte del Ayuntamiento, aunque el cliente no haya consumido.
El sistema desató la locura, no solo entre los vecinos de Bilbao, ya que la compra no estaba sujeta a límites municipales ni provinciales. El periodista J. M. Navarro logró comprar cuatro bonos el pasado miércoles. Llevaba conectándose de forma intermitente desde el lunes. “Me metí en la página del ayuntamiento incluso a las seis de la mañana pero no hubo manera. Lo conseguí el miércoles por la tarde y pude comprar cuatro, pero ya no quedaban para la mayoría de los restaurantes que quería”, lamenta. Su colega, E. D. no tuvo la misma suerte. “Ni mi marido ni yo hemos pillado, y eso que lo hemos intentado mañana tarde y noche”, lamenta. Al alcalde de Bilbao le pasó lo mismo, lo intentó y tampoco lo consiguió.
La Asociación de Hostelería de Bizkaia y el resto de asociaciones sectoriales han aplaudido la medida, que se suma a las ayudas directas que ya han cobrado cerca de 2.000 hosteleros de la capital vizcaína.
Con cada DNI se podían adquirir hasta 20 bonos, pero sumando el total de los ya adquiridos en las campañas de bonos en otros sectores como el comercio y la cultura. Sin embargo solo podrán usarse un máximo de cuatro para cada factura de un establecimiento, aunque nadie te impide comer cuatro veces, si por ejemplo tienes 16 bonos del mismo establecimiento. Además de las ayudas directas a las empresas y a los autónomos, todas las instituciones se han lanzado a incentivar el consumo con campañas de bonos.
El turismo, la cultura, el comercio y ahora la hostelería han sido las primeras, pero el próximo lunes la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantza Tapia presenta el bono de consumo en comercios para productos de alimentación, los On Egin (buen provecho) Bonoak. Y el Ayuntamiento ha dejado caer que, quizás, en agosto, habrá otra nueva tacada de bonos para la hostelería como una manera de ayudar a uno de los sectores que más ha sufrido los cierres y limitaciones. Las instituciones ya han comprobado la efectividad del incentivo. Con los 110.000 euros, el Ayuntamiento espera movilizar cerca de 4 millones de euros entre los bonos, los traslados, las compras anteriores y posteriores y el retorno en impuestos.
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