La ACB anunció en la mañana de hoy que el partido Bilbao Basket-Real Madrid, programado para esta tarde a las 20.00 en el pabellón de Miribilla, queda aplazado al detectarse un positivo por covid-19 en la plantilla madridista, el del escolta francés Fabien Causeur. El jugador se encuentra asintomático y aislado en su domicilio siguiendo el protocolo habitual y el encuentro se reubica el miércoles 4 de noviembre, en un calendario que no deja de acumular apreturas y contratiempos en la competición nacional y europea. Esta semana, el Madrid jugó el miércoles ante el Khimki (que llegó al WiZink Center con ocho jugadores disponibles por positivos y lesiones) y el viernes ante el Armani Milán en el Mediolanum. El conjunto de Laso tiene programado para este martes el partido ante el Obradoiro que a su vez se trasladó de fecha por el aplazamiento en su día del Gran Canaria-Real Madrid y el viernes se disputa en el Palau el clásico de la Euroliga entre Barça y Madrid. La ACB, que tiene como ideario manejar los casos en términos sanitarios y no numéricos para proteger la salud de las plantillas, ha marcado el paso a la Euroliga en la solución de reprogramar encuentros, independientemente de los jugadores disponibles.
En la tercera semana de competición, la primera con doble jornada de partidos, a la Euroliga se le acumularon los casos y los contratiempos, con los equipos rusos (Khimki, Zenit y CSKA) y el Asvel francés como principales afectados. La proliferación de positivos y la activación de las sanciones establecidas abrieron el debate sobre el riesgo de desvirtuar la competición. La Euroliga reaccionó y rectificó su normativa. Los equipos que no puedan disputar un partido porque no cuenten con un mínimo de ocho jugadores no serán sancionados con la pérdida del partido por 20-0 como recogía el reglamentó inicial, sino que se opta por la reubicación como en la Liga Endesa.
Para intentar anticiparse a la incertidumbre, la ACB preparó 17 modelos de calendario alternativo para esta temporada, en función del espacio entre competiciones y la hipótesis de suspensión completa de jornadas; y otros 20 calendarios más para contingencias más abarcables como la recuperación de partidos sueltos. Un total de 37 alternativas para un curso que suma las apreturas de las ventanas de la FIBA y las fechas olímpicas. Pero ni ACB ni Euroliga apostaron por un calendario más reducido y abarcable frente al actual, que podría llevar a equipos como Madrid o Barça a disputar más de 90 partidos. En apenas un mes de competición, los aplazamientos se suceden. El recurso de la burbuja que anunció como posible alternativa el CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu, tampoco sería compatible con el desarrollo de la ACB. El rompecabezas se complica.
El Bilbao-Real Madrid es el séptimo partido aplazado por casos de covid en 6 jornadas de la Liga Endesa. La Euroliga tiene pendiente recolocar otros cuatro (Asvel-Panathinaikos; Baskonia-Zenit; Asvel-Estrella Roja y Valencia-Zenit) tras cuatro jornadas. El protocolo de la ACB marca la realización de test a todos los equipos con un máximo de 72 horas de antelación al comienzo de la jornada. Si en esos test aparece algún positivo, como ha ocurrido esta vez en con Causeur, el caso en cuestión es sometido a una segunda prueba a las 24 horas (ya con el equipo en régimen de aislamiento). Si el test de refrendo es negativo se retoma la normalidad. Si persiste el positivo, se repiten los test a toda la plantilla y se paraliza la dinámica de competición hasta comprobar el negativo de todos. Una vez certificada la condición de aptos, se procede a la reubicación del encuentro suspendido. Entre el primer positivo y la repetición de test a todos los miembros del equipo pasarían 48 horas, unos plazos más amplios que los que maneja LaLiga de fútbol. En la última actualización del protocolo sanitario de la ACB, se determina la existencia de un brote en un equipo cuando se detecten “tres o más casos positivos por infección activa”.
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