La Euroliga se enfrenta a uno de los momentos más importantes de sus 23 años de existencia. Según han podido saber Mundo Deportivo y RAC1, los equipos propietarios del torneo de baloncesto de clubs más importante después de la NBA deben decidir durante este mes de marzo si aprueban la entrada en el negocio de Dubai, que ofrece una aportación de 150 millones de euros en seis años pero que a cambio exige tener un equipo en la competición y la organización de dos Final Four (2025 y 2029), entre otras condiciones. La valoración de la propuesta dubaití es el único punto del orden del día de la reunión del Board de la Euroliga, compuesto por los 13 clubs propietarios, que tendrá lugar durante la segunda mitad de este mes.
Los contactos entre los responsables del proyecto de Dubai y la Euroliga se remontan a hace más de un año pero se han incrementado en los últimos meses, hasta el punto de que una delegación de la cúpula directiva y representantes de los 13 clubs propietarios (Barça, Real Madrid, Baskonia, Olympiacos, Panathinaikos, Anadolu Efes, Fenerbahçe, Maccabi Tel Aviv, Zalgiris, Armani Milan, CSKA Moscú, Bayern Munich y ASVEL Villeurbanne) visitaron Dubai el pasado mes de octubre para conocer mejor a su potencial nuevo socio.
Al frente del proyecto de Dubai está Abdullah All Nabbodah, propietario del Dubai Basketball Club y uno de los hombres más ricos del país. Los ejecutivos que están llevando en su nombre buena parte de la negociación son el bosnio Dejan Kamenjasevic y el serbio Djordje Djokovic, hermano del tenista Novak Djokovic, y la iniciativa cuenta con el apoyo del jeque de Emiratos Árabes Unidos.
Muchos contactos en las últimas semanas
El proyecto de Dubai debería suponer un importante impulso económico para la Euroliga
Las últimas semanas han vivido intensos contactos a múltiples bandas, con los responsables del proyecto dubaití reuniéndose uno a uno con los 13 clubs propietarios de la Euroliga para intentar convencerles del impulso que supondría su entrada en la competición. Aparte de esos 150 millones de euros en seis años, Dubai considera que el beneficio económico para la Euroliga acabará siendo mucho mayor a causa de la apertura hacia el mercado de Oriente Medio, la llegada de importantes patrocinadores y la implementación de otros cambios que están en la hoja de ruta que proponen. Un ejemplo que está sobre la mesa es el del impulso que ha supuesto la alianza con DP World (uno de los mayores operadores portuarios del mundo, propiedad del estado de Dubai) para el European Tour de golf.
Falta ver cómo encaja ahí el actual acuerdo de la Euroliga con IMG, con quien tiene una ‘joint venture’ desde 2016 para la explotación comercial de la competición. Ese contrato vence en 2026. Por otro lado, el contrato con el ‘naming sponsor’ de la competición, Turkish Airlines, acaba en 2025 y la idea es que entre en su lugar la aerolínea de Dubai, Fly Emirates.
Otro camino hacia el crecimiento, que ya estaba en la hoja de ruta previa de la Euroliga, es la ampliación del número de equipos. La idea es aumentar los participantes de 18 a 20 ya para la temporada 2024-25 (conjuntos de París y Londres es el objetivo), de 20 a 22 en 2026 y de 22 a 24 en 2028. Dubai aspira a disponer de una ‘wild card’ para su equipo en la temporada 2024-25 y a entrar como accionista de pleno derecho al año siguiente.
A vueltas con el sistema de competición
Entre la liga de ‘todos contra todos’ y la división de equipos en dos conferencias
No está claro qué supondría ese crecimiento a nivel de sistema de competición y calendario. Los responsables de Dubai apuestan en principio por mantener la liga de todos contra todos (más partidos igual a más negocio) pero ello implicaría convertir todas las semanas en doble jornada (incluso con partidos en días consecutivos, como en la NBA) y en un futuro adelantar el inicio de la liga a septiembre y prolongar su final hasta junio, algo que chocaría frontalmente con los intereses de las ligas nacionales y de la propia FIBA, cuyos grandes torneos de selecciones se disputan en septiembre. Desde los despachos de la actual Euroliga se apuesta más por cambiar el sistema de competición y dividir los futuros 22 equipos en dos conferencias. Los once equipos de cada una jugarían entre ellos a ida y vuelta (20 partidos) y contra los de la otra conferencia solo un encuentro (11 partidos), un sistema que impediría a los aficionados ver en su pabellón a todos los rivales y que debería incluir una necesaria rotación cada año.
La idea es que la gran mayoría de equipos tengan plaza garantizada en la nueva Euroliga pero que al menos dos asciendan cada año desde la Eurocup o su sucesora, pues se aspira a un acuerdo con la FIBA que permita unificar la Eurocup y la Champions League. Las ligas nacionales clasificarían para esta segunda gran competición europea.
El futuro del basket europeo, sobre la mesa
Primero, reunión clave este martes con la FIBA
Antes de la decisiva reunión entre el Board de la Euroliga y los responsables del proyecto de Dubai, una comisión de la Euroliga se reunirá este martes con representantes de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) para intentar trabajar en la superación de las diferencias que han enfrentado a las dos entidades en los últimos años. Las dos partes han acabado constatando que su eterno divorcio no ha hecho sino perjudicar al crecimiento del baloncesto como deporte y como negocio.
El primer paso es el intento de avanzar en la armonización del calendario, con las ventanas FIBA para selecciones durante la temporada de clubs como principal punto de fricción. Sobre la mesa estará la posibilidad de reducir las actuales dos ventanas (noviembre y febrero) a solo una, a cambio de lo cual los clubs de Euroliga renunciarían al actual solapamiento y facilitarían la presencia de sus jugadores en las convocatorias de sus equipos nacionales.
Otro tema a discusión es el de la posible fusión entre la Eurocup, segunda competición de la Euroliga, y la Basketball Champions League que gestiona la FIBA.