“Las finales no se juegan, se ganan”. Esta frase que parece ser fue acuñada por Alfredo
Di
Stéfano es fácil de decir, pero mucho más difícil de hacer. Para poder cumplirla con más facilidad hay que tener en el campo jugadores con experiencia acostumbrados a disputar partidos por el título y sobre todo a ganarlos, esos futbolistas que saber marcar lo que hay que hacer en cada momento de un compromiso a todo o nada.
El Athletic tiene a uno en su plantilla, Raúl
García. El navarro, además de ser un hombre fundamental para Marcelino
García
Toral, ya sabe lo que es ganar trofeos a lo largo de su dilatada carrera. Nada más y nada menos que ocho, siete vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid y uno la del Athletic.
Tiene cuatro títulos europeos, una Liga, una Copa y dos Supercopas de España
El delantero puede presumir de contar en su palmarés como colchonero con la Europa League de las temporadas 2010 y 2012 (este último año jugó cedido en Osasuna, pero disputó alguna eliminatoria previa), la Supercopa europea de estos dos mismos cursos, la Copa del Rey de la campaña 2012-13, la Liga de la 2013-14 y la Supercopa de España de 2015. Además, ha logrado este mismo torneo con el Athletic en este 2021, resultando fundamental en la semifinal ganada al Real Madrid en La Rosaleda de Málaga el pasado 14 de enero. Ese día marcó los dos goles del triunfo de los rojiblancos, el primero tras un gran pase interior de Dani
García que el ‘22’ mandó al segundo palo, allí donde no podía llegar Courtois. Era el minuto 18. En el 37, Raúl amplió la ventaja gracias al lanzamiento de un penalti por una falta cometida por Lucas
Vázquez sobre Iñigo
Martínez. El Real Madrid apretó en el segundo tiempo, pero a lo máximo que pudo llegar fue a recortar distancias con el 1-2 anotado por Benzema en el 73’.
Raúl
García vivió la etapa más gloriosa del Atlético con Simeone de entrenador. El de Pamplona ocupa el puesto número 20 en el ranking histórico de partidos disputados con el Atlético, empatado a 329 con Saúl. Lógicamente, el alicantino le va a superar, pero ahí está la imagen que dejó en el club madrileño de gran futbolista de equipo que encarnaba como nadie el espíritu del Cholo. Fichó por el Athletic en el mercado de verano de la temporada 2015, justo después de que el equipo bilbaíno ganara la Supercopa al Barça a doble partido con aquel hat trick de Aduriz en la ida de San Mamés que sentenció la eliminatoria.
Desde entonces se ha convertido en un hombre fundamental en Bilbao. Lleva disputados 247 partidos como rojiblanco, con 72 goles en su casillero, 9 anotados esta temporada.
De ellos, 8 los ha marcado desde la llegada del entrenador asturiano al banquillo de San Mamés, cuando recuperó su mejor nivel después de perder protagonismo en la última etapa de Gaizka
Garitano.
Mañana está ante una buena oportunidad para engordar un palmarés que para sí quisieran muchos futbolistas.
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