La clasificación de la Real para la Champions League trae consigo un premio para el equipo juvenil de la entidad blanquiazul, que volverá a tomar parte en una nueva edición de la Youth League. No es la primera vez que esto ocurre. La generación del 95, la compuesta por el propio Capilla, Bautista, Guridi, Odriozola, Merquelanz o Sangalli entre otros, se dio a conocer en Europa en la temporada 13/14.
“Fue una experiencia inolvidable”, recuerda Capilla. “Enfrentarte a equipos de Europa con esas edades y todo lo que supone eso, fue muy bonito”, destaca. “Teníamos un grupo excepcional, éramos amigos. Nos llevábamos muy bien y fue una experiencia inolvidable. Además viajando con los del primer equipo en el mismo avión. Fue algo increíble”, rememora.
Para Capilla, dejando a un lado el debut con el primer equipo, jugar la Youth League fue “una de las mejores experiencias de mi carrera por lo que supone”. No se olvida la eliminatoria de octavos frente al Schalke 04 de Leroy Sané, actual jugador del Bayern Munich. Pese a la eliminación, el donostiarra sostiene que “el equipo hizo un gran trabajo. Es para estar orgulloso de lo que hicimos. El mejor partido que jugamos fue en Leverkusen, que ganamos 1-5”.
Aquel equipo entrenado por Jon Mikel Arrieta terminó la fase de grupos en primer lugar con 10 puntos, uno más que el Shakhtar Donetsk y tres más que Leverkusen y Manchester United, equipo este último entrenado por una leyenda como Paul Scholes. El sorteo de octavos propició un emparejamiento contra el Schalke 04 alemán en Anoeta, un partido que quedó marcado por la expulsión de Andoni Ugarte en el minuto 51. Pese a todo, Sangalli adelantó a la Real, pero entre Müller y Multhaup le dieron la vuelta al marcador, que terminó con un doloroso 1-2 en contra y la eliminación.
De aquella generación, fueron bastantes los que llegaron al primer equipo, pero solo son dos los que forman parte de la plantilla actual. Andoni Gorosabel y Martín Merquelanz, aunque este último está viviendo un calvario en lo que a lesiones se refiere. Otro de los que llegó fue Álvaro Odriozola, que se marchó al Real Madrid previo pago de 32 millones de euros en julio de 2018. Sin apenas protagonismo en el equipo blanco, también ha jugado en el Bayern y en la Fiorentina. Jon Guridi también lo hizo pero ante la falta de oportunidades se marchó el verano pasado al Alavés con el que ha conseguido el ascenso. Bautista está jugando en el Eibar y Luca Sangalli fichó por el Cartagena el verano pasado. Otros se quedaron a las puertas como Ander Bardají, para muchos el llamado a ser el garante de la portería blanquiazul durante años, y que ahora está sin equipo. Y otros siguen con sus carreras fuera de la Real como Roberto Olabe en el Depor, Lapeña en el Córdoba, Tanis Marcellán en el CD Cieza, Josu Ibarbia en el Lagun Onak al igual que Iker Olaizola y Oier Calvillo en el Pontevendra, aunque el año pasado jugó cedido en el Calahorra