La falta de recursos pone en riesgo la continuidad de los refuerzos sanitarios por la covid en Cataluña


El incierto futuro del personal sanitario contratado como refuerzo a causa de la pandemia redobla la tensión en la negociación interna de los Presupuestos en Cataluña. Para el Departamento de Salud, consolidar el incremento de plantilla que precipitó la covid —unas 15.000 trabajadores adicionales en el sector— es una de sus líneas rojas. Pero, a falta de una semana para que el Govern apruebe su proyecto de Presupuestos y sin fondos covid específicos del Estado —los Presupuestos Generales aprobados por el Ejecutivo central no incluyen esa partida—, los cálculos se complican en los despachos del Departamento de Economía. La CUP, socia preferente para poder aprobar las cuentas en el Parlament, alerta de que la negociación “no va bien”.

El tiempo se agota y cada uno juega sus cartas. El consejero de Salud, Josep Maria Argimon, redobló ayer la presión sobre el Govern y el Gobierno central y reclamó, en un acto en Barcelona arropado por el sector sanitario, más recursos para sostener el sistema de salud. “En Cataluña estamos haciendo un esfuerzo para poder disponer de más recursos en salud, pero es necesaria una respuesta del Estado con el mantenimiento de los fondos extraordinarios covid, tal y como venimos reclamando”, insistió Argimon. Esta partida del Gobierno central ha significado una inyección de 2.160 millones a Cataluña.

La sanidad catalana, maltratada por los recortes sufridos hace más de una década, aspira a revertir el tijeretazo y algo más. Los recursos de entonces no son suficientes para las demandas de hoy y Argimon reivindicó todo el gasto sanitario como una inversión y una fórmula de redistribución. Es su demanda de mínimos. Se niega a recortar, insisten fuentes de Salud. Pero nada está garantizado. “Ha llegado el momento de invertir en salud, después de muchos años y de fortalecer el sistema sanitario. Tenemos que conseguir encontrar el consenso necesario, aunque sea un mínimo consenso, a nivel político, profesional y ciudadano”, invitó el consejero.

Argimon aseguró que, en lo que respecta a la negociación interna de los Presupuestos, “todo está atado” para responder a sus demandas, pero Economía enfría el acuerdo. No hay nada cerrado: “Seguimos trabajando para encajar las necesidades para este 2022 con los datos de ingresos que tenemos”, apuntó una portavoz de Economía. Esta posición coincide con la percepción del sector sanitario. Xavier Lleonart, secretario general del sindicato Metges de Catalunya, insiste en que, si bien la intención del Departamento es convertir ese personal eventual en estructural dentro del sistema, el mensaje que llega a las empresas sanitarias desde el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) es otro. “A nivel de empresas, hoy por hoy, están dando el mensaje contrario. Los inputs que nos llegan es que no se podrá consolidar este personal”, explica el sindicalista.

La Renta Básica Universal entra en los Presupuestos

Fuentes del Govern confirman que lo que sí tendrá una partida en los próximos Presupuestos es la Renta Básica Universal, una prestación acordada por la CUP y ERC dentro del pacto de gobernabilidad. Aunque no concretan a cuánto ascenderán los recursos, estas fuentes aseguran que servirá para echar a andar la operativa y el desarrollo de esta ayuda, que está destinada a toda la ciudadanía. La idea es que comiece a desplegarse una prueba piloto el año que viene, “a partir de finales de 2022 o principios de 2023”, indican estas fuentes. La prueba inicial empezará probando la prestación en dos grupos poblacionales.
El Govern aprobará el próximo martes el proyecto de Presupuestos en el Consell Executiu. Este es el primer paso antes de que la propuesta en el Parlament, donde se discutirán con el resto de fuerzas políticas. Este trámite puede dilatarse durante un par de meses.

En ese escenario, el peor de todos, Lleonart alerta de un colapso del sistema: “Estaríamos en una situación de prepandemia, pero agudizada por las jubilaciones durante la pandemia y la situación que viene en invierno, con una epidemia de virus respiratorios mezclada con covid y los medios pésimos y escasos que ya teníamos antes de la pandemia”. Esa posición es compartida por CC OO y UGT.

Salud ha logrado el apoyo de todas las entidades que participan en el consejo de dirección del CatSalut para pedir recursos procedentes de Madrid. En su última reunión, el pasado 25 de octubre, suscribieron un escrito en el que demandaban al Gobierno mantener el fondo covid para el próximo año, de forma que se pudiera asegurar un año más los refuerzos de la sanidad durante la pandemia. Salud cuenta actualmente con 9.800 millones de euros de presupuesto y aunque Argimon ya avanzó hace unos días que, previsiblemente, crecería hasta los 12.000 millones (un 20% más), sigue siendo insuficiente para igualarlo al gasto de 2020, que fue de 13.800.

El problema en sanidad es similar en la educación, donde están pendientes de renovación más de 7.600 profesionales que fueron contratados para asumir las condiciones excepcionales de la pandemia. “Si no lo incluyen nos movilizaremos; lo tenemos clarísimo. Es un frente sindical”, avisó ayer Marga Romartínez, responsable de docentes de educación pública de CC OO.

La CUP insiste en que el Govern “no va bien” si pretende tener su apoyo a los presupuestos. La organización anticapitalista sostiene que ERC y Junts se están alejando del “giro a la izquierda” al que, según ellos, se comprometieron en el acuerdo de investidura de Pere Aragonès como president de la Generalitat. “Ellos –en referencia a ERC y Junts- siguen con Fomento, apoyando la ampliación del aeropuerto o los Juegos Olímpicos de invierno. Siguen con la economía del tocho y del turismo. Nosotros queremos reforzar la asistencia sanitaria pública, apostar por políticas de vivienda pública y trabajar por un modelo energético propio y un plan de reindustrialización”, apuntaba ayer la diputada Eulàlia Reguant en el Parlament. Los cupaires, no obstante, entienden que hay tiempo aunque advierten ante una eventual búsqueda de apoyos políticos: “Sería una mala noticia para el país que los Presupuestos no se pactaran con la mayoría de la investidura”.


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