La inminente renovación de Miguel
Ángel
Moyá, con el que ya existe un acuerdo para prorrogar hasta 2021 su contrato con una considerable rebaja en su ficha, cierra definitivamente las puertas de la Real a Gero
Rulli. En Anoeta no desdeñaban del todo la posibilidad de que el argentino compartiera arco con Álex
Remiro en el caso de que no llegaran a una entente con el balear, pero después del acuerdo con éste, no ha lugar a la continuidad del platense, con el que no cuentan ni Imanol
Alguacil, ni, por supuesto, Roberto
Olabe, con el que tuvo un rifirrafe el verano pasado.
El problema es que no es fácil buscarle una solución a Gero
Rulli.La principal traba es su elevada ficha. Cuando la Real obtuvo en 2016 el 70% de sus derechos (el 30% restante corresponde al City) a cambio de siete millones de euros, le planteó un contrato de seis años (hasta 2022) con una ficha ascendente, especialmente elevada a partir de este verano, con una cláusula de rescisión de 40 millones. El Montpellier, equipo francés en el que jugó cedido esta última temporada, quiso quedárselo, pero no podía ni siquiera acercarse a lo que el portero exigía de ficha, la cantidad que figura en su contrato, ni a los 11 millones de euros de su opción de compra.
Ofertas rechazadas
De momento, el argentino ha rechazado dos ofertas del extranjero en lo que va de verano y espera acontecimientos con la tranquilidad de tener dos años más de contrato. A la Real no ha llegado ninguna propuesta en firme, a pesar de que en las últimas horas han aparecido informaciones de un supuesto interés de equipos como el Sevilla, el Betis, el Granada o el Valladolid. Es evidente que el arquero argentino, a sus 28 años y tras facturar una buena campaña en Montpellier, quiere seguir en Europa y teniendo protagonismo. Su agente le ha trasladado que, si no sale nada en las próximas semanas, habrá un destino en septiembre.
Se machaca en Donostia
Lo que está claro es que Gero
Rulli se presentará el próximo viernes en Zubieta para comenzar la pretemporada en la Real. No hace portería desde que el pasado mes de marzo suspendieran la liga en Francia, pero físicamente está en plenitud de condiciones. Acude a diario a un gimnasio de Donostia para mantener la forma y estar a tope para este reinicio del trabajo.
La Real aspira a poder venderle por una cantidad cercana a los 10 millones de euros que le permitan recuperar la inversión de siete que realizó cuando adquirió sus derechos al grupo de inversión Maldonado hace cuatro años. Saben que es una cifra un tanto irreal en estos tiempos en los que necesariamente hay que apretarse el cinturón. Pero precisamente por eso y por la necesidad de ajustar gastos, la Real necesita desprenderse de su ficha.
Source link