Más que cualquier partido de Euroliga en Barcelona y casi tanto como los espectadores de la primera jornada de esta Copa ACB. La final de la Minicopa Endesa, que disputaron Real Madrid y Barça en el Palau Olímpic de Badalona a mediodía de este domingo, registró un nuevo récord de público con presencia de 8.630 espectadores en la grada del Olímpic.
El alcalde de Badalona, Rubén Guijarro, ya manifestó en días previos su deseo de lograr esta marca pero las previsiones rondaban los 6.000 espectadores. El éxito, al final, ha desbordado cualquier pronóstico positivo.
La afición de Badalona se ha volcado, pues, para doblar el récord vigente en las 19 ediciones disputadas, que estaba en 3.814 espectadores en Granada 2022.
Antonio Martín, presidente de la ACB, dijo que “es algo increíble y que demuestra la pasión de Badalona por el baloncesto y lo espectacular que es esta competición, cada vez más importante para todos”.
El interés despertado por la Minicopa no se ha reducido sólo a esta jornada final. En los partidos previos de grupos y semifinales, el poliesportiu de Llefià, con capacidad de 1.200 espectadores, se quedó pequeño para acoger a todos los que querían presenciar encuentros y muchos no pudieron hacerlo, quedándose en las largas colas que se organizaron en la calle.
Badalona no contaba con otra instalación con mayor capacidad disponible o en condiciones pues el viejo pabellón de Ausiàs March requiere una reforma integral que no estaba a tiempo para la Copa y el de Sant Josep, este privado, lleva dos años cerrado y sin falta de mantenimiento o reforma por parte de la parroquia.