No se sabe con precisión cuáles son los argumentos fiables que hacen ganar una Champions. Se explican siempre luego, nunca antes. Es evidente que el vencedor acostumbra a ser el que ha sabido gestionar mejor los detalles, normalmente incontrolables. No es posible dibujar una final solo en la pizarra. Klopp dijo que la Champions era de corazón y tiene razón. Otros le llaman carácter. El partido de hoy demostrará eso: cuál es el equipo que tiene jugadores con mas carácter.
El Madrid está acostumbrado a ganarlas. Lo ha hecho en las siete últimas finales en las que ha aparecido entre Copa de Europa y Champions. Pero curiosamente la última que perdió fue contra el Liverpool, en 1981, y en París, en el partido en el que los García sucumbieron frente a los ‘reds’.
El Liverpool tiene registros muy importantes en esta Champions. Es el equipo que menos veces ha permitido secuencias de 10 pases ininterrumpidos por partido. Y es el equipo que más recuperaciones ha llevado a cabo, con una media de 69 por partido, diez más que su rival blanco. Es, asimismo, el que más recupera en zona de ataque, pero en cambio de los que menos marca tras esas recuperaciones. El Madrid se lleva la palma en ese aspecto: recupera menos pero anota más.
Los detalles y el carácter serán los que acaben decidiendo esta apasionante final. Hay tipos capaces en el Liverpool que tiene, como el Madrid, un gran entrenador. Klopp, además, deberá luchar contra otro dato: al menos cinco jugadores del Madrid han jugado 100 partidos de Champions: Benzema, Kroos, Modric, Marcelo y Alaba. Pero el Liverpool también sabe agarrarse a la camiseta.
