La final en la que Riquelme se ganó fichar por el Barça

La Bombonera recordaría un día como hoy en el partido Boca-Newells que hace 20 años tocó el cielo conquistando la Copa Intercontinental en el Estadio Nacional de Tokyo después de bailar al Real Madrid con un Juan Román Riquelme excelso y los goles de Martín Palermo. Maradona no pudo acompañar a su equipo a Japón porque las autoridades del país nipón denegaron el visado a Diego tres días antes de la final basándose en una ley que impedía la entrada de personas que hubieran sido declaradas culpables de posesión, tráfico o consumo de drogas. Pero ahí estaba el ‘10’ de Boca (Juan Román Riquelme) para llevarse el trofeo de campeón del mundo por clubes a casa.

Román no sólo firmó el segundo gol de Boca en el minuto 6 de partido tras una asistencia magistral a Palermo. Bajo la batuta del centrocampista Boca se hizo con el control del balón y rompió el juego del Real Madrid de Figo y Roberto Carlos con un recital de controles, pases, caños, regates, una maravilla de partido que pudo ser aún más redondo si llega a marcar tras un disparo de falta que hizo volar a Casillas.

El histórico triunfo de Boca Juniors sobre el Real Madrid

Riquelme fue escogido mejor jugador del partido y ese mismo día se ganó el derecho a ser jugador del FC Barcelona. Ironías del destino, Román espero a que acabase el partido para pedirle la camiseta a Luis Figo – a su padre le encantaba el portugués- y recogió la medalla de campeón con la camiseta del que había cambiado la capitanía del Barça por la camiseta del Real Madrid y un puñado de millones.

Dos años después y después de meses de negociaciones, Riquelme fichaba por el FC Barcelona avalado por esa final en la que destrozó al Real Madrid. Nada más ser presentado, Louis Van Gaal llevaba a su despacho al argentino para decirle con total claridad y sin tapujos que él no había pedido su fichaje, que siempre le iría de cara, que en su fútbol no encajaba… El resto ya es historia. De su paso por el Barça, Riquelme se queda con su amistad con Iniesta y con la satisfacción de saber que tres años después, cuando Ronaldinho firma como azulgrana, en su primera entrevista – en exclusiva a Mundo Deportivo- explicaba que lo que más ilusión le hacia de fichar por el Barça era jugar con Riquelme. No sabía en ese momento que Román tenía que dejar el club azulgrana para liberar una plaza de extracomunitario… reservada para Rustu (peajes electorales de la candidatura de Joan Laporta y Sandro Rosell por el bombo de Beckham).

No estuvo Maradona en Tokyo pero su amigo José Horacio Basualdo mostró una camiseta tras el partido que le había entregado Claudia Villafañe, entonces esposa de Diego, con la fotografía de Maradona mostrando su tatuaje del Ché Guevara. Nada más terminar el partido y a 18.000 kms de distancia, Maradona salió a celebrar en el balcón de su casa la victoria xeneize. “¡Boca puso los huevos!”, repetía. La realidad es que Riquelme puso el fútbol. Román dio una lección magistral de fútbol y se ganó el pase a Europa.

Dos décadas después la Bombonera no está para fiestas ni recuerdos eufóricos. Juan Román Riquelme, ahora vicepresidente de Boca, cedió a la familia de Maradona la Bombonera por si querían que fuera en la cancha del más grande donde se rindiera homenaje a Diego. Pero el homenaje será en un estadio vacío en las gradas, con el palco de Maradona aparentemente vacío pero con el recuerdo del Pelusa con la camiseta de Boca y celebrando, como habría hecho hoy en el partido si la muerte no le hubiera sobrevenido 20 años después de que su equipo tocase el cielo.


Source link