La fiscalía de Manhattan convoca a un gran jurado para decidir si debe imputarse a Trump por fraude fiscal

Cyrus Vance Jr., fiscal del distrito de Manhattan, en febrero de 2020 en Nueva York.
Cyrus Vance Jr., fiscal del distrito de Manhattan, en febrero de 2020 en Nueva York.Craig Ruttle / AP

Cyrus Vance, el fiscal del distrito de Manhattan encargado de la investigación criminal sobre presuntos delitos en el emporio de Donald Trump, ha convocado a un jurado para analizar pruebas y sopesar si se imputa al expresidente, lo que indica que las pesquisas de la fiscalía han alcanzado un estadio avanzado y que esta considera que cuenta con evidencias de delitos cometidos por el expresidente cuando dirigía su emporio o por alguien de su entorno, ha informado este martes el diario The Washington Post.

“El jurado ha sido convocado hace poco y se reunirá tres veces a la semana durante los próximos seis meses”, han dicho al diario dos fuentes amparadas en el anonimato con acceso a la investigación de la fiscalía, informa la agencia Reuters.

“Es probable que el gran jurado evalúe varios casos, no solo el referido a Trump, durante su comisión de servicio, más prolongada que una asignación tradicional de gran jurado del Estado de Nueva York”, indicaron dichas fuentes al rotativo. Este tipo de jurados se convoca habitualmente para ocuparse de casos más a largo plazo, no para escuchar pruebas relativas a delitos imputados de manera rutinaria.

Vance lleva investigando los negocios de Trump antes de su llegada a la presidencia durante más de dos años. Recientemente, la investigación de Vance confluyó con otra abierta por la fiscalía del Estado de Nueva York. Letitia James, la fiscal general del Estado, abrió una investigación criminal contra las empresas de la familia Trump ante la sospecha de que el expresidente podría haber infravalorado algunas propiedades de su emporio para eludir en parte el pago de impuestos. Hasta entonces, la causa de la fiscalía neoyorquina había sido de naturaleza puramente civil.

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El equipo de Vance investiga las prácticas empresariales de la Organización Trump, nombre que recibe el conglomerado de negocios de la familia, con sede en Nueva York. Las presuntas irregularidades se remontan a la época anterior a su presidencia, y consisten fundamentalmente en que el valor de propiedades concretas en la cartera de bienes raíces de la organización fue falseado para engañar a los bancos y compañías de seguros, y que el conglomerado obtuvo beneficios fiscales ilegalmente a través de una valoración de activos que no se correspondía con el precio de mercado; es decir, en la práctica, en la existencia de dos libros de contabilidad paralelos. El fiscal también investiga el pago de compensaciones a altos ejecutivos de la organización.

Tanto James como Vance son demócratas, lo que demostraría, a juicio de Trump, que la “caza de brujas” contra su persona y sus intereses, como la ha definido repetidas veces, tiene una motivación política. La semana pasada, cuando la fiscalía neoyorquina anunció la apertura de la investigación criminal, Trump dijo ser “víctima de un ataque y un abuso injustos”. “No hay nada más corrupto que una investigación que busca desesperadamente [encontrar] un delito”, dijo el magnate, mostrándose convencido de que “superará” cualquier intento de procesarle.

Algo que no parece tan claro tras la puesta en marcha del gran jurado tras ser convocado por el fiscal Vance, en un proceso en el que medios como el portal Insider ven el inicio de la “fase ofensiva” contra los negocios del republicano. Expertos legales intuyen por la convocatoria del jurado que la causa se halla en su fase final, apunta Insider, dado que además Vance se retira a finales de año.

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