La Fiscalía holandesa ha pedido este miércoles cadena perpetua para los cuatro sospechosos del derribo del vuelo MH17 que, en 2014, causó la muerte de las 298 personas que viajaban a bordo de un avión de las líneas aéreas malasias. Los encausados, juzgados en ausencia puesto que no han comparecido, “planearon y aplicaron con indiferencia una violencia destructiva que arrebató brutalmente la vida de los pasajeros y marcó o destruyó a sus familiares”.
El aparato cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur y fue alcanzado por un misil ruso Buk. Se estrelló en la región ucrania de Donetsk, en una zona de conflicto armado entre el Gobierno de Kiev y los insurgentes independentistas prorrusos. La solicitud de condena afirma que tres separatistas rusos, Igor Girkin, Sergey Dubinsky e Igor Pulatov, así como el ucranio Leonid Khanchenko formaron un equipo con el objetivo de derribar aviones de Ucrania usando un sistema de misiles traído de una base militar rusa. El fallo se espera para finales de 2022. La petición fiscal llega en un momento de gran tensión internacional por el aumento de la presión de Moscú sobre Ucrania.
“Pedimos que los cuatro sospechosos sean condenados a cadena perpetua, a título personal, por la empresa conjunta del derribo de un avión que causó la muerte de 298 personas”, ha dicho la fiscal Manon Ridderbecks. El Gobierno de Países Bajos señala a Rusia como responsable, pero el Gobierno de Moscú lo niega y tacha de político el informe del Equipo Internacional Conjunto que ha investigado los hechos. Si bien los encausados no dispararon el misil, se les señala por haber participado en los preparativos que llevaron a la caída de la nave y la muerte de todos los pasajeros.
La fiscalía considera probado el nexo entre los sospechosos y los rebeldes del este de Ucrania apoyados por Rusia, y le parece irrelevante que se quisiera abatir supuestamente aviones militares y no civiles. “Incluso si su intención no era lo que ocurrió, las consecuencias de sus actos cuentan a la hora de la sentencia”, ha añadido la jurista. Solo Igor Pulatov ha nombrado un abogado y está previsto que presente su versión a los jueces el próximo marzo.
El juicio dio comienzo en marzo de 2019, y la solicitud de cadena perpetua llega después de dos vistas dedicadas a la explicación detallada de la ruta seguida por la lanzadera del proyectil. Fue llevada desde suelo ruso hasta un campo agrícola cerca de la población ucrania de Pervomaiskyi, y luego de vuelta. Los investigadores siguieron esa ruta con fotos, vídeos, llamadas de teléfono interceptadas, mensajes en las redes sociales y la versión de testigos oculares. En una de las conversaciones grabadas se puede oír a los encausados discutiendo los movimientos “de un Buk” hacia el terreno desde donde fue atacado el MH17.
Una vez abatido se les oye celebrando el éxito de “nuestros chicos”. También se han analizado pruebas forenses obtenidas tanto de los restos de las víctimas como del fuselaje destruido. De este modo, la Fiscalía concluyó que el avión, un Boeing 777 que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, capital de Malasia, fue derribado por un misil Buk perteneciente a la 53 Brigada Antiaérea rusa de Misiles. “Fue conducido al lugar del lanzamiento por orden y bajo la supervisión de los sospechosos”, han dicho los fiscales. Tanto Girkin como Dubinsky, ha sido presentados como separatistas rebeldes con mando. Por su parte, Pulatov y Kharchenko eran sus subordinados directos. “Juntos, son los responsables del despliegue de la lanzadera usada para el derribo del MH17″, añade la acusación.
Los 298 fallecidos era de 10 nacionalidades. Con mayoría de holandeses ―196―, en septiembre pasado, varios familiares contaron sus vivencias al tribunal. Fueron unas jornadas de enorme carga emotiva, sin preguntas de la sala, y el relato de los que quedaron atrás, unas veces sin padres, otras sin hijos, fue sobrecogedor. Junto a su dolor, que no cesa, preguntaron por qué no se prohibieron los vuelos comerciales sobre Ucrania. Muchas de las familias afectadas precisan ayuda psicológica.
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