El corazón es el símbolo por excelencia del amor. Por eso cada 14 de febrero, festividad de San Valentín, patrón de los enamorados, los rincones de todo el planeta se llenan de corazones. Se encuentran en los anuncios de televisión, en los escaparates de las tiendas y en los mensajes de WhatsApp. Menos usual es verlos en señales de tráfico, a donde también han llegado. Hace un mes que los 103 municipios de la provincia de Málaga han empezado a instalar estas simbólicas señales en sus calles. El objetivo es concienciar a los habitantes de la necesidad de acabar con la violencia de género, una lacra que ha costado la vida a 584 mujeres desde 2008, año que comenzaron a registrarse este tipo de asesinatos.
“La gente está encantada. Les parece bonita, pero también una forma de mentalizar sobre una lacra que no debemos tolerar”
La iniciativa partió de la Diputación de Málaga, gobernada por el Partido Popular, y formaba parte de una campaña institucional por el Día contra el Maltrato, que se celebra cada 25 de noviembre. Para conmemorar la fecha, los responsables del ente supramunicipal convocaron a todas las localidades de la provincia y les entregaron “un regalo” de casi dos metros de altura que debían instalar en los puntos más transitados y visibles: una señal de prohibido el paso con forma de corazón. En la parte inferior reza el lema: “No violencia machista”. El artilugio ha sido colocado ya en medio centenar de municipios. “Queríamos visibilizar el problema y nos costaba mucho que el mensaje llegara a los pueblos. Apostamos entonces por esta campaña, que es del agrado de todos los alcaldes, de diferentes partidos, y no hiere ninguna sensibilidad”, explica una portavoz de la Diputación de Málaga.
Miembros de la corporación municipal de El Borge ante la señal instalada en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Diputación de Málaga
Las características señales no están homologadas, por lo que no tienen ningún efecto en términos de circulación. En algunos de los municipios ha existido cierta confusión con ellas. Los conductores interpretaban que era una señal de tráfico más y detenían la marcha. Muchos pueblos, como Pizarra, han optado por incrustarlas como elemento decorativo en sus rotondas.
En Alpandeire (258 habitantes), una pequeña localidad del Valle del Genal, hace un mes que instalaron la señal. Los operarios municipales la colocaron en el camino de Ronda, el principal acceso al pueblo. “La gente está encantada. Les parece bonita, pero también una forma de mentalizar sobre una lacra que no debemos tolerar”, sostiene María Dolores Bullón, la alcaldesa socialista de Alpandeire. Y prosigue: “En el pueblo no tenemos ningún caso de violencia doméstica, pero no está de más concienciar a los jóvenes contra ella”.
A apenas cuatro kilómetros de Alpandeire se encuentra Faraján, otro pueblo de la Serranía de Ronda con apenas 265 habitantes. Aquí el Ayuntamiento ha emplazado la señal en la puerta del colegio público rural Alto Genal. “Es una forma de visualizar el drama”, ha confirmado su alcalde, Fernando Fernández (PSOE). “He pasado por el pueblo en coche y me ha parecido una campaña muy original. Sería bueno llevarla a otros lugares”, ha insistido Juan Pimentel, un turista. La Diputación de Málaga ya ha ofrecido la idea a la de Sevilla. “Queremos que la campaña se propague por toda Andalucía”, ha confirmado una portavoz del ente supramunicipal.
El PSOE ha dado la bienvenida a la campaña, que ha tenido un coste de 18.000 euros, pero ha pedido al PP que no se quede en gestos. “Hay que poner en marcha programas contra la violencia doméstica y no recortar los presupuestos destinados a ello, como hace el Gobierno de Mariano Rajoy”, indica José Antonio Torres, diputado provincial del PSOE.
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