La Fiscalía suiza apeló contra la absolución en octubre pasado de Nasser Al-Khelaïfi, presidente de beIN Media y del Paris Saint-Germain, en un caso de derechos televisivos que también involucra al exnúmero 2 de la FIFA, Jérôme Valcke.
El primero de múltiples escándalos en el fútbol mundial que culminó en una decisión judicial, este juicio ante el Tribunal Federal de Bellinzona terminó en un revés casi total para la acusación decidida en primera instancia.
Tras recibir la sentencia en enero, el Ministerio Público de la Confederación (MPC) “interpuso recurso de apelación en febrero” para solicitar “la condena de los tres imputados”, dijo a AFP un portavoz, confirmando información del diario L’Équipe.
Nasser Al-Khelaïfi y Jérôme Valcke fueron acusados de haber llevado a cabo un pacto a espaldas de la FIFA, caer bajo una “gestión injusta” y estar sujetos a cinco años de prisión.
Al término de diez días de audiencia en septiembre de 2020, la Fiscalía había solicitado 28 meses de prisión contra el líder qatarí, tres años contra Jérôme Valcke y 30 meses contra un empresario griego, Dinos Deris.
Al igual que la acusación, el Tribunal Penal Federal había estimado que Valcke había cobrado su apoyo a beIN a cambio de una lujosa villa en la Costa Esmeralda de Cerdeña, comprada para él por 5 millones de euros a finales de 2013 por una empresa brevemente propiedad de Nasser Al-Khelaïfi.
El exsecretario general de la FIFA había solicitado la ayuda del líder qatarí para financiar la ‘Villa Bianca’, unos meses antes de la firma en abril de 2014 de un contrato entre beIN y el organismo futbolístico de derechos televisivos en África del Norte y Medio Oriente para los Mundiales de 2026 y 2030.
En su juicio civil, los magistrados incluso calificaron como “soborno” el depósito para la residencia reembolsado por Nasser Al-Khelaïfi a Jérôme Valcke. Por tanto, ordenaron a este último que se lo devolviera a su antiguo empleador.
Pero en materia penal, el tribunal no pudo condenar por “corrupción privada”, ya que la FIFA retiró su denuncia en enero de 2020 tras un acuerdo con Al-Khelaïfi, cuyos términos nunca se hicieron públicos.
Quedaba por tanto la acusación de “gestión desleal”, que exige prueba de que el acuerdo entre los dos hombres ha perjudicado a la FIFA. Sin embargo, “nada indica que la FIFA podría haber obtenido un contrato más ventajoso” que el firmado con beIN por 480 millones de dólares para dos Mundiales, o un 60% más que para los Mundiales 2018 y 2022.
En un expediente separado, Jérôme Valcke fue acusado de haber recibido 1,25 millones de euros de Dinos Deris, para promover la obtención de derechos mediáticos para varios Mundiales de Grecia e Italia: nuevamente fue absuelto del cargo principal, pero condenado por haber grabado estos sobornos bajo el término “préstamos” en sus cuentas.
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