En los últimos años, los rumores sobre la posible salida de varias marcas de la Fórmula 1 se repetían una y otra vez. En un mercado del automóvil en gran cambio, con las imposiciones políticas por reducir las emisiones, con las firmas en plena renovación y reestructuración para apostar por la hibridación y el que está marcado como futuro, el coche eléctrico, la F1 ha dejado de ser en los últimos años una competición apetecible para las marcas. Eso se vio reflejado con la huida de muchas a la Fórmula E, certamen que no ha multiplicado las firmas presentes en él debido a que se trata de una plataforma perfecta de marketing para todas las casas para vender sus nuevos modelos eléctricos. Y es que no hay que olvidar que el gran objetivo de los departamentos de competición de cada marca no es otro que el de promocionar la firma para aumentar su venta de vehículos en el mundo. Y hace tiempo que la F1 dejó de ser el principal escaparate para ellas.
Así pues, la llegada del coronavirus y su crisis económica, podría ser un detonante para acelerar el proceso de reconversión de los planes de las firmas, que además de apostar por el futuro, se ven obligadas a reducir costes debido a la actual situación, algo que deja un panorama altamente impredecible negativamente hablando para el ‘Gran Circo’.
Ante todo ello, la Fórmula 1 ha querido avanzarse, dejando de lado las grandes diferencias entre marcas y equipos, para que todos ellos alcancen un acuerdo que parecía lejano en tiempo récord. Así es como este miércoles la FIA aprobó las nuevas regulaciones financieras en el llamado ‘New Deal’ de la F1
, para reducir el techo presupuestario y los costes de los conjuntos, algo que añadido a la normativa técnica que entrará en vigor en 2022, debería hacer que las marcas presentes en la parrilla puedan ver con mejores ojos el quedarse en el ‘Gran Circo’, tapando de alguna manera la hemorragia que podía haberse producido si la F1 no hubiera optado por dichas medidas.
Renault se queda, ¿pero cómo?
Precisamente, el primer impacto positivo de este ‘New Deal’ se vio dos días después con Renault. La firma francesa se encuentra en plena crisis, esperando un préstamo del Gobierno francés (propietario del 15% de sus acciones) de 5.000 millones de euros para salvar su situación, y con un plan presentado este viernes en el que quieren ahorrar unos 2.000 millones de euros reduciendo su fabricación, cambiando el futuro de su gama de productos y en el que se prevén unos 15.000 despidos a corto plazo. Pese a ello, Renault anunció este viernes que continuará en la F1 gracias a las nueves medidas financieras.
“Podemos confirmar que tenemos la intención de seguir en la Fórmula 1. Estamos aquí y vamos a seguir”, expresó Clotilde Delbos, CEO interina del Grupo Renault, asegurando como clave “el nuevo reglamento y el límite presupuestario de la F1, ya que invertimos menos que algunos de nuestros competidores que están gastando mucho dinero”.
Así, pese a que el gobierno francés pidiera a Renault que se centrara en el vehículo eléctrico, el respeto de sus subcontratas y la localización en Francia de sus actividades tecnológicamente más avanzadas, parece ser que sus fábricas de F1, de Enstone (Gran Bretaña), y la de sus motores en Viry-Chatillon (Francia), no correrán peligro.
No obstante, habrá que ver de qué manera se queda Renault en la F1 en un momento extremadamente complicado para la firma, en el que de bien seguro no podrán disponer de un proyecto ambicioso. Aunque sí consideran que la reducción sustancial del techo presupuestario, de 145 millones en 2021, 140 en 2022 y 135 de 2023 a 2025, les puede suponer ya de por sí un ahorro, teniendo en cuenta que la pasada temporada la firma tenía un presupuesto de 303.5 millones.
Mercedes podría dar un paso atrás
En situación complicada también se encuentra Mercedes. Llegaron a la F1 en 2010, y tras un inicio difícil, en el que incluso apostaron sin suerte por el retorno de Michael Schumacher, fueron los que mejor entendieron la nueva era híbrida que entró en vigor en 2014. Desde entonces lo han ganado todo de forma consecutiva, arrasando. Con ello, la firma de la estrella se encuentra en un momento en el que ya ha amortizado al máximo su inversión en la F1, ha podido rejuvenecer el perfil de su público objetivo, ha aumentado sus ventas, y ahora, tras tantos éxitos en la F1, la firma alemana tiene otras prioridades que atender.
Su problema, ya desde antes de la crisis, era cumplir con los límites de emisiones de sus coches impuestos por la Unión Europea. Al tener su principal foco de mercado en los vehículos de alta gama, de mucha potencia, o grandes berlinas, acumuló millones de multas por no cumplir con lo exigido en emisiones y en marzo, según datos de JATO Dynamics, la firma teutona se encontraba en el puesto 20 del ranking de 20 firmas con una media de emisiones de 140.9 gramos/km de CO2, muy por encima de la media impuesta por la UE de 95 g/km.
La firma debía abordar en este 2020 dicha cuestión como parte de su plan Ambition 2039 y dar pasos agigantados en los próximos años en este sentido, aumentando su apuesta por la hibridación y lo eléctrico. Pero si a esta necesidad de renovación de sus proyectos, le sumamos la crisis económica actual, no sería de extrañar que los cantos de sirena que ya hace meses que se escuchan entorno a un posible adiós de Mercedes como constructor en la F1 se hicieran realidad a marchas forzadas.
Posible jugada entre Mercedes, Aston Martin, Wolff y Stroll
Sin ir más lejos, los medios alemanes ya especulan con una posible revolución en la parrilla en la que Daimler cediera sus acciones del equipo Mercedes a Lawrence Stroll y Toto Wolff y la matriz de Mercedes se hiciera con las participaciones que tiene Stroll en Aston Martin.
Según los medios alemanes,’ F1-Insider’ y ‘Autobild’, de grandes fuentes y credibilidad contrastada, el actual equipo Mercedes podría terminar en manos de Lawrence Stroll, multimillonario canadiense propietario de Racing Point que compró el 25% de las acciones de Aston Martin hace unos meses
para ponerle el nombre de la firma inglesa en 2021 a la actual escudería rosa. Lo haría junto a Toto Wolff, actual jefe del equipo Mercedes F1.
Según dichas informaciones, Toto Wolff, que termina contrato con Mercedes este año y que hace unos meses sorprendió comprando acciones de Aston Martin
, podría dar un paso atrás en la estructura de su equipo y formar parte del junta de supervisión. El austríaco posee actualmente el 30% de las acciones del conjunto de fábrica de Mercedes, mientras que el resto pertenecen a Daimler, y la jugada de Wolff sería la de adquirir más acciones del cuadro de carreras junto a Stroll, acabando con la concepción actual que tenemos del conjunto Mercedes de fábrica, que podría seguir manteniendo su nombre o pasarse a denominar Aston Martin.
De esta manera, Daimler, matriz de Mercedes, lograría su objetivo de seguir presente en la F1 pero en un rol secundario, sin ser el accionista mayoritario de un equipo de fábrica y poder centrarse así en afrontar los grandes retos que se le plantean lejos de la F1.
¿Y qué pasa con Racing Pont?
En este tremendo puzle, faltaría una pieza final. Hay que recordar que Daimler ya es propietario del 5% de las acciones de Aston Martin, por lo que la condición por la que Mercedes aceptaría dejar de ser accionista mayoritario de su equipo de F1 en detrimento de Lawrence Stroll y Toto Wolff sería un intercambio de cromos: Daimler recibe las acciones de Aston Martin de Stroll a cambio de las acciones del equipo Mercedes de Fórmula 1. Y así, Stroll y Wolff serían los propietarios mayoritarios del equipo Mercedes de F1.
En este rompecabezas faltaría conocer entonces el futuro de Racing Point, propiedad de Lawrence Stroll y que en 2021 debía pasar a denominarse Aston Martin. Y de nuevo, según la prensa alemana, Lawrence podría vender el equipo al multimillonario ruso Dmitry Mazepin, por lo que habría que ver bajo qué denominación competiría.
Desmentido de Mercedes
No obstante, Mercedes quiso acabar con estos rumores a través de un misterioso comunicado expuesto por GPFans pero que no se ha difundido en las redes sociales por la propia marca.
“La especulación sobre una posible retirada de la Fórmula 1 sigue siendo infundada e irresponsable. El deporte ha tomado las medidas correctas para abordar las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y su futura sostenibilidad financiera, y agradecemos estos pasos. Es nuestra clara intención seguir compitiendo en la Fórmula 1 como equipo de trabajo de Mercedes-Benz en los años venideros, y hacerlo con nuestro socio gerente Toto Wolff”, se dijo en dicho texto.
Williams, en venta
Este viernes, Williams, equipo histórico que en los últimos años pasa por una fuerte crisis económica y deportiva,
anunció el adiós de su principal patrocinador, ROKiT
, y según el periodista de ‘Sky News’ Mark Kleinman, el conjunto de Grove va a realizar una revisión estratégica que podría conducir al cuadro a colgar el cartel de ‘en venta’ de la mayoría de sus participaciones, un anuncio que podría llegar en breve junto a los resultados de Williams Grand Prix Holdings, y que podría derivar en la desaparición del nombre de Williams de la nomenclatura de la escudería tras la esperada compra de algún millonario que quiera apostar por la F1. Otro más a añadir a la lista de los Stroll o Mazepin.
Y en este contexto, habrá que ver qué sucede con el resto de equipos.
McLaren ya anunció hace unas semanas 1200 despidos en su marca, 70 de ellos en la F1
, que podrían ser más con la entrada del nuevo techo presupuestario de 2021 y la disminución de este para los años posteriores.
Por su parte, Gene Haas, propietario del equipo Haas, ya hace años que se plantea si su inversión en la F1
vale la pena debido a sus pobres resultados, y en una situación como la actual, no extrañaría a nadie que decidiera abandonar el barco. Mientras, tanto Red Bull, como Toro Rosso y Ferrari parecen estar más a salvo. Incluso el cuadro filial de los italianos, Alfa Romeo, que es un simple patrocinador de lo que realmente sigue siendo la escudería Sauber.
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