Hacía tiempo que el Atlético de Madrid no vivía este tipo de reacciones, pero Diego Pablo Simeone, entrenador del equipo colchonero suele decir que él quiere jugadores que rebeldes, a los que no les guste no estar en el campo, que se rebelen ante su situación si no les salen las cosas como les gustaría.
Y eso es un poco lo que se pudo ver en el partido ante el Girona, cuando Memphis Depay y Marcos Llorente fueron sustituidos mediada la segunda parte. Como quiera que el Atlético no lograba decantar el choque, a pesar de contar con oportunidades, el Cholo hizo lo de siempre, meter piernas frescas y cambios.
Ya es una constante que a partir del minuto 60, Simeone suele meter jugadores de refresco, especialmente en posiciones adelantadas porque tanto los delanteros como los interiores suelen tener mayor desgaste porque les toca presionar la salida de juego del equipo rival.
De tal manera que tanto el madrileño como el neerlandés, junto a Lemar, fueron los primeros sustituidos para que entrasen De Paul, Lemar y Morata. Y en el caso de Llorente, en mayor medida, y Memphis, de forma algo más comedida, mostraron su frustración.
Y es que las cosas no habían salido como esperaban. Mientras Llorente le daba un puñetazo al banquillo, Memphis, que se había marchado muy serio, trataba de calmar a su compañero. El delantero había tenido varias buenas ocasiones que no le gustó fallar.