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La furgoneta que te arregla la bici


La bicicleta —un medio de transporte seguro, cómodo y que permite guardar la distancia con otras personas incluso al hacer deporte— está viviendo un auténtico bum tras el confinamiento: las tiendas de bicicletas han disparado sus ventas tras el coronavirus. Aunque todavía no hay cifras oficiales, el incremento de ventas supera el 30%, según los cálculos de la industria. A la vez, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), que aglutina a la mayoría del sector, señala que muchos comercios se han quedado sin existencias de los modelos más baratos. 
“El mercado de la bicicleta en todo el país ha experimentado una fuerte reactivación desde que se pudieron abrir los comercios [el 4 de mayo], Esa reactivación se ha concentrado en bicicletas de primer precio o bicicletas más económicas, hasta tal punto que en ese segmento de producto hay muchas tiendas que se han quedado sin stock”, explica Carlos Núñez, secretario general de AMBE. “Las marcas y las tiendas, pero también las plataformas online, están haciendo un esfuerzo por reabastecerse de esos modelos”, añade Núñez.
La asociación no dispone todavía de datos específicos sobre este incremento de demanda, pero varias tiendas consultadas hablan de una horquilla de entre el 30% y el 50%. Mientras, el Gremio de Comerciantes de Bicicletas de Barcelona cifra el aumento de ventas en un 30% desde que arrancó la desescalada. “En el mes de mayo se han concentrado las ventas de los meses más fuertes del año, que suelen ser cada año, marzo, abril y mayo”, dice Núñez.
“Estamos vendiendo hasta un 50% más. Sobre todo, las bicis con un precio de entre 500 y 1.000 euros”, explica Juan Ochoa, propietario de Bicimanía, una tienda de bicis especializada en montaña y situada en Cuatro Caminos (Madrid). “Gran parte de la demanda tiene que ver con gente que se reencuentra con la bicicleta. La gente tiene ganas de aire libre, de deporte, de ocio, y todo eso te lo permite la bici, que además es una de las mejores formas de hacer un deporte individual y sin contacto”, continúa.
Lo mismo ocurre con las tiendas de segunda mano. “Durante el confinamiento pensé en echar el cierre definitivo, pero la vuelta ha sido esperanzadora. Ahora tenemos cola para comprar, tasar bici y arreglar bicis. Está habiendo un repunte importante. Vendemos como un 30% más de bicicletas”, señala José Luis Martínez, propietario de Recycling Madrid, que vende velocípedos de segunda mano. Martínez coincide en que los modelos más vendidos son los de gama media y baja, que suelen buscar quienes se reencuentran con el ciclismo, pero que todas las bicis se venden muy rápido. “En cuanto nos entra una bici alguien la compra. A quienes vienen a mirar les digo que no se lo piensen mucho, porque ahora mismo tenemos mucha más demanda que oferta”, añade.
¿A qué achacan ese bum? “Hay tres motores que hemos detectado”, responde el dueño de Recycling, “primero, el miedo a coger el transporte público; segundo, que los centros comerciales han estado cerrados, por lo que no se han podido comprar bicis ahí; y tercero, que se ha dejado a la gente hacer deporte y la mayoría han apostado por el running y la bici, ya que no se pueden hacer deportes de equipo”. 
La ola ha llegado también a las grandes superficies. Una portavoz de Decathlon, una cadena especializada en deporte que vende bicis a precios económicos, explica que desde el pasado 1 de mayo —día previo a la vuelta al deporte individual— han experimentado un incremento de la demanda de bicicletas que dobla la demanda anterior, mientras que en algunos modelos concretos la cifra de ventas se ha triplicado.
El secretario general de AMBE también apunta que, junto a la venta de bicis, hay un fuerte incremento de servicios de taller para reparar bicicletas que estaban en desuso. De hecho, muchos talleres de reparación tienen largas listas de espera desde que pudieron abrir sus puertas el pasado 4 de mayo. “Nuestro servicio de taller ha crecido más del 40%”, dice el propietario de Recycling, que también cuenta con taller. En Barcelona, algunos establecimientos hablan de hasta tres veces más reparaciones de lo habitual.
No se sabe si esta ola de movilidad sostenible permanecerá. Por una parte, el Gobierno pidió a finales de abril a los ayuntamientos que potencien la bicicleta a través de carriles bici provisionales en un plan sin dotación económica. Tan solo algunas ciudades —como Barcelona, Valladolid o Valencia— han ejecutado tímidas acciones, mientras que otras, como Madrid, no han dado ni un milímetro a la bici; la capital no ha desarrollado una estrategia de movilidad para la nueva normalidad. De hecho, el Ayuntamiento madrileño (gobernado por PP y Ciudadanos con apoyo de Vox) fue contra la estrategia ciclista y de movilidad que impera en Europa al eliminar, el pasado octubre, un carril bici para otorgar ese espacio al coche.
“Madrid no está preparada para moverse en bici por la falta de infraestructuras, por eso mucha gente no se atreve a pedalear por sus calles. La ciudad no se ha adaptado a un uso funcional de la bici más allá de los pocos carriles bici que se han puesto y eso nos lastra”, apunta el propietario de Bicimanía. Si no se toman este tipo de medidas ahora, corremos el riesgo de que el tráfico supere los niveles previos al coronavirus, y con él la contaminación, que también mata a miles de personas cada año.
“En otros países como Italia, Francia, Reino Unido… los gobiernos están apostando decididamente por la bicicleta, con planes de impulso concretos y dotados de fondos económicos, como una de las soluciones sostenibles y saludables para salir de esta situación sin colapsar las ciudades con el tráfico motorizado”, dice Carlos Núñez. “En España aún no se han adoptado este tipo de medidas, más allá de algunas ciudades concretas que han puesto en marcha medidas tácticas en favor de los desplazamientos en bicicleta con carriles bici provisionales que, desde luego están ayudando, pero que si no se mantienen en el tiempo y no se acompañan de medidas de estímulo de la demanda y fomento del uso de la bicicleta, todo puede quedar en algo pasajero”, añade.
La Mesa Española de la Bicicleta, que aglutina a todos los actores relacionados con la bici, ha impulsado la redacción de una Estrategia Estatal de la Bicicleta para emprender un impulso definitivo a favor de este medio de transporte. La estrategia ha sido coordinada por la DGT con la participación de diferentes ministerios (Sanidad, Transición Ecológica, Movilidad, Industria…), pero sigue a falta de un impulso político por parte del Gobierno, que debe aprobarlo en el Consejo de Ministros, así como de una dotación presupuestaria suficiente para acompañar a los Ayuntamientos que decidan apostar por ella. Mientras tanto, tendremos que seguir soñando con ser un país de bicicletas. 


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