La Generalitat no descarta ahora reclamar la ayuda de los rastreadores del Ejército

La portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, no ha descartado este jueves reclamar la ayuda de los rastreadores del Ejército que ha ofrecido el Gobierno de Pedro Sánchez para luchar contra el coronavirus. “Si alguna cosa ha enseñado la pandemia es a no hablar categóricamente”, ha asegurado la consejera al finalizar la rueda de prensa del Govern, dejando así la puerta abierta a que los militares puedan realizar esas tareas en Cataluña en un futuro.

Las declaraciones de Budó suponen un giro al anuncio que realizó el miércoles, durante una entrevista en RNE, cuando puso en valor el sistema catalán de rastreadores, que cuenta con 1.688 profesionales, y desdeñó la ayuda del Ejército al considerar que 2.000 militares para todas las comunidades autónomas “no es un número demasiado elevado”. Más contundente se manifestó Esquerra Republicana de Catalunya. En declaraciones a Servimedia, fuentes de este partido subrayaron: “Hacen falta más sanitarios y menos militares”.

“Haremos todo lo que sea necesario para proteger en todo momento la salud de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña”, ha dicho Budó en esa misma línea de rectificación. “Si se diera el caso de esa necesidad se tendría en cuenta”, ha añadido en referencia a la posible presencia de militares para hacer de rastreadores.

En otro momento tampoco ha descartado la solicitud del Estado de alarma. “Queremos conocer la letra pequeña de este ofrecimiento”, ha dicho, al tiempo que ha reclamado que se resuelva de manera urgente la tramitación de los ERTE para que puedan abonarse a los afectados y que se alargue el periodo en aquellos sectores que sean. También ha insistido en la necesidad de que el Gobierno español apruebe medidas de ayuda a las personas que estén en cuarentena o hayan dado positivo en las pruebas del coronavirus.

La rectificación de la Generalitat reproduce un escenario similar al que se produjo el pasado mes de marzo, al inicio del Estado de alarma, cuando el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, rechazó de manera tajante la presencia del Ejército en Cataluña y rechazó la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en las tareas de desinfección de diversos equipamientos públicos. Días después rectificó. “Cuando hablamos de la seguridad de los catalanes no se nos caen los anillos. El Govern pedirá ayuda a quien haga falta”, dijo Buch para justificar su cambio de criterio.

En otro momento de la rueda de prensa, Budo ha anunciado que el Govern decidirá si abre expediente sancionador por el presunto casi de acoso sexual en el Departamento de Acción Exterior de la Generalitat que provocó la dimisión del consejero Alfred Bosch. La investigación del caso ha corrido a cargo de la cartera de Políticas Digitales y Administración Pública para esclarecer porqué no se activó el protocolo para la prevención y detección de situaciones de acoso en la Generalitat. Ahora, el departamento que dirige Jordi Puigneró dice que estudiará las “posibles acciones y responsabilidades” que se puedan derivar del presunto caso de acoso sexual.


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