La gota que envenena las relaciones entre Moscú y Berlín


Una botella de agua mineral con restos de veneno en un hotel de Siberia. El entorno del opositor ruso Alexéi Navalni, ingresado en un hospital berlinés, asegura que los laboratorios alemanes han detectado sustancias tóxicas en una botella de agua vacía, encontrada en el hotel en el que se hospedó Navalni antes de colapsar. Esto significaría que no fue el té que tomó en el aeropuerto de Tomsk el que le envenenó, como se creía hasta ahora. El hallazgo les lleva a concluir, según tuiteó su portavoz, Kira Yarmish, que “Navalni fue envenenado con Novichok en el hotel, antes de viajar al aeropuerto”.

En un vídeo publicado en la cuenta de Instagram del opositor, se puede ver a sus colaboradores recogiendo unas botellas de plástico con un tapón azul de la habitación del hotel, así como otras posibles pruebas. “Decidimos coger todo lo que pudiera ser de alguna manera útil y entregárselo a los doctores en Alemania”, indica el texto que acompaña al vídeo en la red social. Explican que las recogieron al momento de conocer la noticia de que Navalni había colapsado porque “era evidente que Rusia no iba a investigar lo sucedido. Es lo que ha pasado: casi un mes más tarde, Rusia no ha reconocido el envenenamiento de Alexéi”. Moscú niega cualquier implicación en un supuesto envenenamiento y pide a Berlín pruebas de sus acusaciones.

Navalni ha despertado del coma inducido en el que se encontraba desde el pasado 20 de agosto, cuando fue ingresado en un primer momento en un hospital ruso y evacuado dos días más tarde a Alemania. Su salud mejora, según indica el hospital Charité en el que se encuentra ingresado. Esta semana, el archienemigo del Kremlin publicó en una red social la primera imagen tras lo sucedido, en la que se le ve en la cama del centro con su familia.

El político, conocido por sus denuncias contra la corrupción, sufrió un colapso durante un vuelo desde Siberia a Moscú, que se vio obligado a aterrizar de emergencia a finales de agosto en Omsk. Navalni fue evacuado a Alemania tras las intensas gestiones diplomáticas de activistas de su entorno. Laboratorios de Alemania, Francia y Suecia han confirmado que Navalni fue intoxicado con un agente nervioso de la familia del Novichok, desarrollado por militares soviéticos en los ochenta. Berlín ha pedido explicaciones a Moscú por el caso Navalni, que ha provocado fuertes tensiones diplomáticas entre los países de la Unión Europea y Rusia.

Mientras, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW por sus siglas en inglés, con sede en La Haya) ha emitido un comunicado en el que indica que está prestando asistencia técnica a Alemania en relación con la supuesta utilización de un arma química contra Navalni. “Un equipo de expertos de la secretaria técnica ha recogido de forma independiente muestras del señor Navalni para realizar análisis por parte de la OPCW en laboratorios designados. Los resultados serán compartidos con las autoridades alemanas”, indicó la organización en un comunicado.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado con un tono inusualmente duro a principios de septiembre, tras conocerse el resultado de los análisis en Alemania, que había “pruebas inequívocas” del envenenamiento con una sustancia del grupo Novichok. La canciller habló también de un “intento de asesinato de un dirigente de la oposición” con el objetivo de “silenciarle”.

La sustancia detectada en los laboratorios militares alemanes y corroborada también por análisis independientes en Francia y Suecia pertenece a la misma familia del agente nervioso utilizado contra del exespía ruso Serguéi Skripal en 2018 en el Reino Unido. Skripal y su hija Yulia sobrevivieron al intento de asesinato en Salisbury.


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