Es el partido más importante de la temporada para el GBC. Visita esta tarde (17.00h.) la cancha del Murcia en un duelo en el que se juega media permanencia. Y no solo porque sea un rival directo el equipo que hace unos meses cogió el ex del Gipuzkoa Basket Sito Alonso sustituyendo a Javi Juárez, sino porque ya no queda margen de reacción. Cuando este encuentro acabe quedarán solo cuatro más, dos en Illunbe –Baskonia y Real Madrid- y otros dos fuera, Fuenlabrada y Barcelona. Y para el GBC el calendario es, a priori, más cruel que para el resto de adversarios en esta pelea por eludir el descenso.
Por eso ganar hoy en Murcia es vital, clave si se quiere pensar en que la salvación es posible. Enfrente estará un rival cuyo destino esta campaña era otro. Su plantilla se diseñó para poder optar a los playoffs por el título, así como para competir en Europa de la mejor forma posible. Esto último lo ha conseguido, sencillamente porque salvo la Euroliga y algo la Eurocup, la tercera competición europea no deja de ser un torneo muy menor destinado a equipos de perfil medio de sus respectivas ligas. No obstante, el Murcia reúne una plantilla con varios jugadores determinantes que llegan al choque de esta tarde tras salir airosos de su visita al Manresa el pasado fin de semana y tras perder por solo dos puntos ante el Madrid la noche del jueves. Lo primero que destaca en este equipo es el base estadounidense Askia Booker, un ‘jugón’ en toda regla que cuando tiene el día ve el aro como una piscina. Él solo le ganó al Manresa y él solo pudo con el Zaragoza en la jornada 23. En ambas semanas salió MVP de la Liga Endesa. Si Booker está acertado el Murcia tiene medio partido en sus manos, sobre todo si juega contra equipos de su nivel. La defensa del Gipuzkoa Basket sobre él es uno de los factores fundamentales. Rebec, Nevels y Dani Pérez deberán ofrecer un nivel defensivo superlativo para poder cortar las rachas de este jugador imprevisible, anárquico a la hora de dirigir, pero capaz de ganar él solo un partido si está ‘on fire’.
Por debajo del nivel esperado
Pero aunque Booker es su gran referencia, otros deberían aportar más de lo que han sumado esta temporada. El alero estadounidense Milton Doyle llegó al equipo con un excelente cartel tras destacar en su periplo universitario y sus diez partidos en la NBA con los Nets, sin embargo ha pagado su primer año en Europa con números muy discretos. Se le adivina talento, pero en Murcia lo ha demostrado con cuentagotas. Otro jugador por debajo del nivel que se esperaba es el veterano Brad Oleson. Su jerarquía en el equipo ha ido bajando conforme se sucedían las jornadas. Su valoración media es de seis puntos por partido. De esta forma, es Ovie Soko y en las últimas semanas el pívot Luka Mitrovic, que llegó al equipo en enero para reforzar la línea más pobre, la interior, así como los últimos en aterrizar, el base belga Manu Lecomte y el pívot jamaicano Kyle Hunt, los que más están valorando y sobre los que se sustenta la mayor parte del juego murciano. También sobre Sadiel Rojas, un alero que destaca sobre todo en defensa y por jugar casi siempre más allá del límite permitido, y Emanuel Cate, pívot que asegura esfuerzo.
Tampoco la llegada del alero Dino Radoncic, que dejó Burgos para recalar en Murcia, ha supuesto un salto cualitativo, y Charlon Kloof, el base suplente, lleva dos temporadas sin demostrar nada del otro mundo, incluso se ha quedado fuera de la convocatoria más de una vez. Otro más que sumar al capítulo de decepciones es el ala-pívot croata Damjan Rudez, muy lejos del rendimiento que ofreció hace ya algunas temporadas en Zaragoza. Además, el equipo murciano ha estado sumido en continuos cambios. No solo hubo relevo en el banquillo, varios jugadores que comenzaron la temporada y ahora no están son el lesionado Kevin Tumba, y otros que dejaron el club como Marcos Delía, que se fue al Joventut, o Alex Urtasun, que rescindió su contrato el pasado mes de abril.
Con todo, es un equipo que supo ganar por 14 puntos en Illunbe (67-81) y al que será muy complicado ganar a domicilio. No obstante, el GBC era un equipo muy vulgar por aquel entonces. Todo ha cambiado ahora. Por eso no cabe otro resultado que la victoria para un equipo guipuzcoano que sabe que se juega la temporada
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