La hija de Jordan habla sobre su padre: “Le busqué en Google para entender quién era”


Jasmine Jordan tiene 27 años y ha convertido a su padre en abuelo. Ahora, esa niña que tenía cinco años cuando el astro de los Chicago Bulls levantó su sexto anillo, está repasando la increíble historia de su padre en los noventa gracias al documental The Last Dance. La mayor de las hijas de MJ trabaja para la división femenina de Jordan Brand, y acaba de hablar con The Uninterrupted sobre cómo fue crecer junto a uno de los deportistas más reconocidos del planeta.



Era tan normal como podía ser. Se involucró mucho en mi infancia. Me recogía del colegio, me llevaba a hacer mis cosas e intentaba estar todo el tiempo que podía estar mientras lidiaba con los entrenamientos y su conversión a icono mundial”, explica Jasmine.

Para ella, el documental le ha abierto los ojos en cuanto a la dimensión que su padre tomó en la NBA y el deporte de los noventa: “Ahora puedo ver lo que realmente ocurría durante esa época, entenderlo desde otra perspectiva. Ha sido increíble y estoy disfrutando los momentos extraños y puros”.

Una de las historias más curiosas es su recolección de cómo se dio cuenta de lo importante que era su padre para muchísimas personas. Tenía 10 o 11 años cuando decidió entender el motivo usando una herramienta que ha inundado nuestras vidas: el buscador de Google.

“¿Porqué todo el mundo está enamorado y obsesionado con mi familia?”, se preguntó un día. “Le busqué en Google y aparecieron un montón de cosas. Y pensé, ‘espera, no había entendido que esto tenía tal magnitud’. Me costó un tiempo, quizás hasta la adolescencia, para comprender porque todo el mundo quería tanto a mi familia y a mi padre”.

Un día Jasmine quiso entender porqué su padre hacía todo eso, y recuerda que él se lo tomó con algo de humor, ya que parecía que su propia hija le estaba entrevistando: “Mira, esto es algo que amo. El juego es parte de quién soy. Es parte de mí. He trabajado muy duro para cultivar y crear esta historia y el legado que estoy construyendo. Un día, tu podrás gozar de los beneficios, hacer lo que quieras con ellos”.

El Jordan padre es también la misma bestia competitiva. Sus hijos no le han ganado a nada. Así lo cuenta ella: “Si juzgamos la competitividad del 1 al 10, mi padre sería un 50. Él no juega a juegos”. Desde puzles hasta sudokus, Mike siempre quiere ganar.

Una de las anécdotas más divertidas que ha revelado Jasmine Jordan es que su padre le tiraba las zapatillas que no eran de su marca cuando era pequeña. Ella le pedía unas Skechers, y él se las compraba, pero al cabo de unos días las encontraba en la basura.


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