El Espanyol afronta la segunda vuelta de LaLiga, que arranca este fin de semana, con el reto supremo de conseguir una salvación que tiene a cuatro puntos. ¿Distancia insalvable? A la vista de las 19 jornadas que restan para la conclusión del campeonato es evidente que no. Y menos si se confirma el cambio de chip que se percibe a raíz de la llegada de Abelardo Fernández como nuevo técnico, del empate a dos goles ante el Barça en el derbi y del fichaje de Raúl de Tomás, factores que parecen haber devuelto la ilusión a la grada.
A una afición que se aferra a datos como que seis de los 19 equipos que desde la Liga 2000-01 concluyeron la primera vuelta como colistas acabaron logrando la salvación (Granada 2014-15, Osasuna 2012-13 y 2008-09, Zaragoza 2011-12, Rayo Vallecano 2001-02 y Real Sociedad 2000-01). O que sólo cinco de estos 19 equipos (Levante 2015-16, Granada 2014-15, Osasuna 2012-13, Almería 2010-11 y Alavés 2006-06) estuvieron más cerca de la permanencia, en cuanto a puntos, que el Espanyol 2019-20, que la tiene a cuatro puntos. O que cuatro equipos que la tenían más lejos acabaron asegurando su continuidad entre los ‘grandes’ del fútbol español (Zaragoza 2011-12, Osasuna 2008-09, Rayo 2001-02 y R. Sociedad 2000-01).
Con 19 partidos por delante, el Espanyol no tiene aún necesidad de aferrarse a la calculadora. Pero saber que la historia no condena a los equipos que pasaron el ecuador liguero en última posición debe ser un rearme moral para el equipo. Un once que buscará este domingo en Vila-real, con el apoyo de casi 4.000 aficionados, confirmar todo lo bueno apuntado en el derbi del RCDE Stadium ante el Barça.
La llegada de más refuerzos en las próximas fechas debe apuntalar el proyecto blanquiazul para esta segunda vuelta de la competición. Pero convencerse con argumentos de que, como coreó la afición ante el Barça, “sí se puede” es sin duda uno de los mayores refuerzos que puede tener el Espanyol en este mercado de invierno. Y encima, gratis.