La industria que florece durante la pandemia: el porno


MADRID/LOS ANGELES – La
industria del entretenimiento para adultos ha hecho de la pandemia una
oportunidad.

Mientras miles de trabajadores
de la cultura y el espectáculo sufren el parón económico, el porno tira de
imaginación para cambiar su modelo, exprimiendo los videos caseros y adaptando
su contenido a una distopía convertida en realidad.

Por el coronavirus, un miembro de la guardia costera de EEUU y su novia decidieron casarse sin la mayoría de familiares y amigos.

No hace falta mucho esfuerzo
para encontrar esta adaptación en tiempo récord, que ha provocado también que
páginas como Pornhub haya abierto su contenido premium en todo el mundo
mientras dure la cuarentena, cuando el término coronavirus tiene ya 9 millones
de búsquedas solo en esta web.

Varios portales cuentan desde
hace días con secciones propias en las que pueden encontrarse videos donde los
protagonistas visten mascarillas u otro material sanitario bajo sugerentes
títulos haciendo referencia a la enfermedad.

Mira lo que toca hacer en cuarentena en Jordania.

“Cuando hay algo que es
noticia, tarde o temprano acaba teniendo su versión porno, del mismo modo que
tarde o temprano aparecerá en las películas, la literatura, las series, la
música…”, cuenta a Efe Daniel Casado, jefe de contenidos de Techpump,
que engloba varios negocios, entre ellos la página web porno Cumlouder.

Lejos de asustarse ante la
crisis económica que causará el coronavirus en todo el mundo, la industria del
porno ha sabido subirse rápido a la ola pero para no dejarse arrastrar, sino
para surfearla antes que nadie.

La ciudad china de Wuhan, cuna de la pandemia del coronavirus, finiquita a partir de este miércoles casi 11 semanas de cuarentena, aunque los ánimos de sus residentes están divididos entre las ganas de marcharse y quienes temen que otras ciudades pongan trabas a su llegada.

Poco han tardado las páginas
webs en hacer selecciones y listados relacionados con el virus, mascarillas,
guantes o sprays de desinfección, adelantándose así al fin de las restricciones
y la vuelta a la normalidad.

“De momento lo que he visto
no deja de ser porno como el que ya se estaba haciendo, incluso recopilaciones
de escenas antiguas, a las que se le ha añadido la etiqueta coronavirus porque
hay mascarillas, guantes, trajes de seguridad…”, explica Casado.

La cadena se une a otros establecimientos que buscan un control más estricto dentro de sus tiendas para mitigar las posibilidades de contagio del COVID-19.

En el análisis coincide Juan
Bustos, uno de los pioneros de este negocio en Colombia, quien gestiona varios
portales y apunta al aumento de la oferta y la demanda de porno a través de
‘webcam’: “Se ha disparado un 300 % el aumento de solicitudes -para
trabajar en las plataformas- y se va a duplicar el número de modelos de
‘webcams’ en 3 meses”.

De acuerdo con el empresario,
“una modelo en Colombia factura en promedio unos $1,000-1,500 en un
mes”, aunque los ingresos pueden llegar a $3,000 y $5,000 según su
popularidad.

Renn se suma a Lucía y a los gemelos Valentino y Matteo como los cuatro hijos de Martin.

Y no todo tiene que ser “en
tiempo real”, pues el coronavirus puede alterar por completo la producción
del porno.

“Hay interesados en
grabarse con su teléfono y venderlo directamente en internet, ya como otra
salida”, explica Bustos.

En el portal Pornhub, con más de
10 millones de inscritos y 120 millones de visitantes diarios, los vídeos
caseros subidos directamente por modelos han aumentado el 30 %, al tiempo que
la web ha garantizado que sus protagonistas recibirán todos los ingresos
generados durante el mes de abril, según datos a los que ha accedido Efe.

Muchos temen convertirse en las próximas víctimas de aquellos que los rechazan porque piensan que los van a contagiar de COVID-19.

Desde que la web abriera su
servicio “premium”, su tráfico ha aumentado hasta el 18.5 % en todo
el mundo, con su mayor pico diario en España, 61 %, e Italia, 57%.

Detrás de las colinas de Hollywood,
en el “Valley” de Los Ángeles, se localiza el epicentro mundial del
cine adulto, aunque su actividad permanece suspendida desde el 15 de marzo y
hasta nuevo aviso.

Médicos y expertos en la materia explican cómo encarar las próximas semanas de la pandemia de coronavirus.

La principal asociación de
trabajadores del porno del país, la Free Speech Coalition (FSC), paralizó los
rodajes por el COVID-19, una medida que esta industria ya conoce porque cuando
llega un posible positivo en VIH u otra enfermedad de trasmisión sexual activa
un protocolo que detiene de manera inmediata toda producción en curso.

“Este es un desafío sin
precedentes para la industria adulta, pero hemos enfrentado otros antes”,
reconoció la directora de la asociación, Michelle L. LeBlanc, en una carta en
la que aseguró que el sistema de pruebas diseñado durante la epidemia del VIH
es un “ejemplo de prevención”.

Ante la preocupación de actores
y modelos que han visto caer en picado sus ingresos, la asociación difundió
esta semana una lista de consejos para que puedan seguir creando contenido
“desde casa” y siempre “solos” o “con acompañantes que
vivan en la misma unidad doméstica”.

De manera obvia, las cámaras en
vivo se han convertido en el modelo de negocio por excelencia para los
trabajadores del porno, hasta el punto de que aquellos a los que les vaya bien
pueden donar los beneficios de sus espectáculos a un fondo de ayuda.

Es el modelo de Diego y Manu,
una pareja española que ya trabajaba en plataformas de porno en directo antes
de la pandemia, pero que ahora ha visto subir sus ingresos.

“Desde que decretaron las
diferentes cuarentenas ha subido muchísimo la cantidad de visitantes que
ingresan a mirar, que son potenciales clientes a consumir, aunque a su vez
también hay más cámaras transmitiendo, por lo que sube la competencia”,
cuentan a Efe.

Pese la aparición de
“nuevas caras” entre las que también hay “mucha gente que lo
hace sin cobrar, simplemente por diversión”, algo que hace aún más dura la
competencia, Manu y Diego son “usuarios ya conocidos y regulares”.

“Las cuentas como la nuestra están transmitiendo con mucha más frecuencia y acaparan a muchos de los clientes ya que son populares y sus cámaras suelen estar entre los primeros puestos”, apunta. En ese sentido, asegura que en las semanas de confinamiento sus ingresos han subido de forma sustancial.

“Tenemos una base de clientes que siempre nos siguen y que en estos momentos, afortunadamente, nos piden que hagamos shows para ellos más que antes, sus altas posibilidades de verlos y las nuestras de hacerlos son muchos mayores debido al confinamiento. Hemos podido facturar mucho más que antes”, comparten.

Mientras millones de personas en todo el mundo viven sin salir de casa, el consumo de porno sigue su ascenso imparable. Y no importa que el confinamiento les reste privacidad, en muchos casos rodeados de familiares, parejas o compañeros de piso, el consumo sigue aumentando.




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