José Rómulo Sosa tuvo una vida cargada de vaivenes en lo personal, y su muerte no parece augurar menos. Desde el fallecimiento de José José, que nació en Ciudad de México en 1948 y murió en septiembre del 2019, la última de sus polémicas ha estado centrada en torno a los beneficiarios de su testamento. Pese a que el Príncipe de la Canción llevaba siete años sin subir a un escenario y que batallaba con sus adicciones al alcohol y la cocaína, dejó una pequeña fortuna a repartir. Este lunes, su segunda esposa Ana Elena Noreña, conocida como Anel, ha publicado en las redes sociales que es la beneficiaria del patrimonio del cantante pese a que José José pasó sus últimos años con Sara Salazar, su tercera esposa, y la hija que tuvo con ella. Los hijos de sus segundas nupcias confirmaron a las puertas del juzgado de Ciudad de México donde se leyó el testamento que Noreña es la favorecida en la herencia. “Hoy, legal y jurídicamente se dictaminó tu palabra y tu voluntad. Soy tu heredera universal de un legado que construimos juntos. Qué dicha, qué alegría, qué gozo”, ha escrito Noreña junto a una foto de ella con el cantante en su juventud. El abogado de Sara Salazar y su hija insiste en que el documento no es válido.
Para reafirmar la legitimidad de la última voluntad del cantante, Noreña ha usado su perfil de Instagram como un escaparate para recordar sus años con el artista y su boda en 1976. La entonces presentadora de televisión, actriz y modelo había conocido a José José seis años antes y comenzaron una relación. Se separaron brevemente durante cinco años, el tiempo que duró el matrimonio de Rómulo Sosa con la nieta del expresidente Plutarco Elías Calles. Cuando volvieron, no tardaron en celebrar sus nupcias y en tener dos hijos juntos: el también cantante José Joel y Marysol Estrella. Ellos fueron los que comunicaron la resolución del testamento en los juzgados. “Estamos muy contentos. Se le dio lectura de manera legal y jurídica al testamento en donde queda como heredera universal la señora Ana Elena Noreña Grass”, declaró José Joel.
Sin embargo, José José se divorció de Anel en 1991. Contrajo matrimonio por tercera vez cuatro años más tarde y pasó el resto de su vida en Miami junto a Sara Salazar, más conocida como Sarita, y la hija que tuvo con ella, también llamada Sara. En 2017 comunicó que se encontraba delicado de salud a causa de un cáncer de páncreas. “Me encontraron un problema en el páncreas, un tumorcito en la cabeza del órgano, que es lo que ha motivado que esté tan flaquito”, explicó. Después de dos años de enfrentarse a esta enfermedad tras una vida de excesos de alcohol y drogas, José José falleció en Florida a los 71 años. Todo un país se vistió de luto y despidió por todo lo alto a su ídolo en el templo de la cultura mexicana por excelencia: el Palacio de Bellas Artes, donde se ha despedido a Octavio Paz y también a Juan Gabriel. La misa estuvo a la altura de la exuberante celebración en la Basílica de Guadalupe.
Las Salazar protagonizaron los pleitos posteriores a su muerte por la breve desaparición del cuerpo del finado y la repartición de sus cenizas con su otra familia. José Joel y su hermana afirmaron no saber cómo y dónde falleció su padre ni qué pasó con el cuerpo del intérprete de El amor se acaba, mientras se lanzaba acusaciones y reproches con su media hermana. Las discusiones familiares mantuvieron a un país entero en vilo durante 10 días mientras aparecía el cuerpo, y en consecuencia se tuvo que posponer la cremación hasta que se resolvieran las disputas sobre dónde se esparcirían las cenizas del ídolo. Finalmente, el Consulado General de México en Miami informó que los tres hijos del intérprete se reunieron para poner fin a la discusión y brindarle al cantante mexicano una despedida digna. Una tregua dentro de la guerra provocada entre ellos por la muerte del Príncipe de la Canción.
Casi tres años más tarde, las tensiones se reanudan con el dictamen del testamento. Willy Acevedo, mánager del cantante durante los años noventa, aseguró que la fortuna del cantante se resumía en un millón y medio de dólares (casi 1,3 millones de euros) pagados por Televisa por la producción de una serie sobre su vida, la casa en Miami donde residía y alrededor del 8% de los derechos de sus canciones, una porción muy pequeña porque no fue autor de ninguna de sus letras. En 2012, el mismo José José admitió que peleaba todos los días con su salud y con su voz, pero que no podía darse el lujo de dejar los escenarios. Sin embargo, una de sus amigas más íntimas afirmó que el cantante no estaba tan arruinado como se creía. “La última vez que lo vi me comentó que tenía cuatro millones de dólares (casi 3,4 millones de euros). Era algo con lo que contaba para su vejez”, dijo Paulina Mondragón a la cadena mexicana TV Azteca.
Pese a que la familia de Anel celebra la decisión de José José en redes sociales, la familia Salazar mantiene a través de sus abogados que el documento no es válido en Estados Unidos, lugar donde murió el intérprete y donde residía. “Cualquiera puede decir lo que sea, eso no es verdadero, no es preciso. Es un hecho que no es la ley porque él murió en Florida. Como residente de Florida, la ley de Florida aplica, no la de México”, han insistido los letrados de Sara y Sarita Salazar.
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