El interés del Barça por Iñigo Martínez trascendió a la esfera pública el pasado verano. El club azulgrana andaba a la búsqueda de un central. Jules Koundé, que entonces militaba en el Sevilla, era su preferencia.
La irrupción del Chelsea pareció llevar al traste esta operación, por lo que el nombre del defensa del Athletic también salió a colación. Entonces ya se especuló con la posibilidad de que el ondarrutarra hubiese llegado a un acuerdo con la entidad azulgrana. Hubo quien llegó a dar por seguro que Iñigo Martínez había disputado ya su último encuentro con la camiseta rojiblanca.
Koundé tomó finalmente el camino con dirección al Camp Nou y la opción del central del Athletic quedó paralizada. Desde Barcelona, pese a las informaciones publicadas en Bilbao, se insistía en que de fichar al rojiblanco en verano nada de nada. Otra cosa era lo que pudiese pasar a partir de la finalización de la campaña en curso, puesto que quedaba libre al expirar su contrato como león el 30 de junio de 2023.
En aquellos momentos también se habló de una supuesta oferta del Barça de 15 millones más otro cinco en variables al Athletic para adelantar la operación a este mismo verano. Desde el club bilbaíno se mantuvo silencio al respecto. La cláusula de rescisión de Iñigo Martínez con la entidad bilbaína asciende a 80 millones de euros.
Lesionado
El central internacional rojiblanco, el fichaje más caro de la historia del Athletic tras el desembolso de los 32 millones de su cláusula a la Real, apenas ha podido trabajar con el resto de la plantilla a lo largo de esta pretemporada debido a unos problemas en la rodilla. En Elche, hace dos jornadas, reapareció y el sábado también entró en el once titular frente al Rayo. El club bilbaíno confiaba en renovarle, pero todo parece apuntar en sentido contrario.
“No creo que sea una pregunta que deba responder ahora. Está en manos del club y de mi representante. Estoy a gusto aquí”, señaló el propio Iñigo Martínez al ser preguntado en su reaparición en Elche si su intención era renovar o no.