Los leones muestran dos caras muy distintas en el Nuevo Mirandilla de Cádiz
El Athletic también se mostró irregular dentro de un mismo partido, el disputado el jueves en el Nuevo Mirandilla. Los rojiblancos se recuperaron del mazazo que supuso perder el domingo ante el Celta con una muy buena primera mitad. Parecía que sería un encuentro plácido como el vivido la pasada temporada en el mismo escenario después de los goles materializados por Raúl García, Iker Muniain y Mikel Vesga. Esta vez sí que hubo efectividad ante la portería contraria. El equipo de San Mamés creó cuatro ocasiones y marcó tres dianas antes del descanso.
Los bilbaínos ganaban 0-3 para el minuto 32 y con este resultado se fueron a los vestuarios. Nada hacía presagiar lo que vendría después. La bronca de Sergio González a sus jugadores debió ser importante porque su equipo salió mucho más enchufado en la segunda parte, mostrando una intensidad no vista anteriormente.
Los visitantes no fueron los mismos, Lucas Pérez marcó el 1-3 nada más saltar al terreno de juego y Mikel Vesga fue expulsado de forma injusta en el minuto 72 -el que cometió la falta fue Dani Vivian-. A partir de ahí todo se complicó. El Cádiz comenzó a meter centros al área y el Athletic no supo aprovecharse de la ventaja en el marcador. Rubén Sobrino recortó distancias y el Cádiz todavía dispuso de otras dos ocasiones para empatar con un disparo al palo de Fali y un remate al que no llegó el autor del 2-3 en la última jugada.
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