Por algo le llaman el ‘ironman’ de la NBA. Aunque acabó siendo su hazaña en vano para una Estados Unidos que se quedó también sin bronce ante Canadá, Mikal Bridges, el tipo que jamás se ha lesionado y lo ha jugado absolutamente todo en las cinco temporadas que lleva en la mejor liga del mundo, dejó una de las jugadas del Mundial que le define como infinito hombre de acero. Una acción descomunal por el momento, el esfuerzo y la precisión.
Con 4,2 segundos por jugar, el Team USA 111-108 abajo y Bridges teniendo que lanzar el segundo tiro libre, sólo quedaba fallar ese segundo tiro e ir a por el rebote. Hasta ahí todo normal.
Lo llamativo -hasta insólito-, es que, el alero de los Brooklyn Nets, todo fe, cogió el rebote, se fue a la esquina para buscar la línea de tres, y tras un fugaz reverso, clavó un triple para forzar la prórroga y desatar el delirio en Estados Unidos. Apenas fue alargar el sufrimiento para el equipo de Steve Kerr, que cedió con claridad en el tiempo extra ante el conjunto de Jordi Fernández (118-127).
En una época en la que lo que se lleva en la NBA ante la saturación del calendario es el llamado “load management” -“gestión de carga” con los jugadores tomándose partidos de descanso-, Bridges jugó 83 encuentros la última campaña y ha completado la increíble cifra de 392 seguidos sin perderse un solo choque al no haberse lesionado jamás. Lleva 9 años sin ausentarse de ningún partido y el último en el que no pudo participar fue en High School y por enfermedad.
El último partido que se perdió Mikal Bridges fue en High School
Siempre a contracorriente en todo, los Phoenix Suns le traspasaron a los Nets en la operación por Kevin Durant pero lo aprovechó para convertirse de valioso escudero de Devin Booker a emergente estrella en Nueva York y ser llamado por el Team USA para el Mundial. Se negó a que Estados Unidos perdiera el bronce dándole una oportunidad más con una jugada imposible. Pero esta vez un equipo con todas las letras como Canadá pudo con el inquebrantable Mikal Bridges.