La junta militar de Myanmar anuncia la liberación de más de 5.000 personas detenidas en las protestas contra el golpe de Estado

La junta militar birmana ha anunciado este lunes que liberará a 5.636 personas que permanecían en prisión, tras ser detenidas durante las protestas contra el golpe de Estado, que estalló el primero de febrero de este año en el país asiático. El líder de la junta, Min Aung Hlaing, ha informado de que los presos serán liberados con motivo del festival de Thadingyut a finales de octubre. Desde la asonada militar, Myanmar se ha visto sumida en la . Según información de varias ONG locales, cerca de 1.100 personas han muerto en el marco de las protestas y más de 7.000 han sido detenidas por la junta militar.

El autoproclamado primer ministro Hlaing no ha dado detalles sobre quiénes están incluidos en la lista de beneficiados, según ha informado el diario local The Irrawaddy. Las autoridades de Myanmar liberaron en julio a más de 2.000 personas. Sin embargo, aún hay 7.300 personas presas a causa de las protestas, de acuerdo con datos de la Asociación de Ayuda a Presos Políticos de Myanmar. Entre los detenidos hay varios periodistas que han sido críticos con la junta militar. Uno de estos casos es el del periodista estadounidense Danny Fenster, que está encarcelado desde hace casi cinco meses.

La decisión del jefe del Ejército llega poco después de que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, en sus siglas en inglés) dejara a Hlaing fuera de la cumbre sobre la gestión de la junta militar en la crisis de Myanmar, prevista para el 26 de octubre. ASEAN anunció el viernes pasado que un representante birmano ajeno al ámbito político será el invitado en lugar de Hlaing. Brunei, país que preside el organismo regional en la actualidad, ha difundido una nota en la que aduce una falta de “progreso” en los compromisos asumidos por la junta en la cumbre del pasado mes de abril. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur aseguró el sábado en un comunicado que se trató de “una decisión difícil, pero necesaria para mantener la credibilidad de la ASEAN”.

Este mismo lunes, Hlaing ha retirado que la junta está comprometida con “la paz y la democracia” y ha acusado a sus oponentes de hacer uso de la violencia y las “provocaciones”. En un mensaje televisado, el líder del ejército birmano ha eximido a la junta militar del aumento del conflicto en Myanmar y ha recalcado la presión que recae sobre el grupo. “El aumento de la violencia se debe a las provocaciones de los grupos terroristas. A nadie le importa esto, pero todo el mundo pide que lo resolvamos”, concluyó Hlaing.

La violencia en Myanmar ha puesto en alerta a los organismos internacionales desde el inicio de la crisis. La alta comisionada para los derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, había advertido el mes pasado de la necesidad de que la comunidad internacional adopte “acciones urgentes” para el cese de la violencia en Myanmar. “Las consecuencias nacionales son terribles y trágicas, y las consecuencias regionales también podrían ser profundas”, señaló Bachelet en un informe publicado a finales de septiembre.

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