Yannick Carrasco fue el jugador del Atlético de Madrid que asumió la responsabilidad de lanzar el penalti, con el tiempo acabado, que podía haber mantenido las opciones del conjunto rojiblanco de seguir vivo en la Champions League.
Tras completar un buen partido y ser el autor del primer tanto de los colchoneros, el belga no dudó y cogió el balón para lanzar la pena máxima. Lo falló, y después de que Saúl mandase el rechace al larguero, el esférico le cayó a Reinildo, que lanzó, pero el chut tocó en el propio jugador belga para marcharse fuera.
Carrasco estaba totalmente fuera de sí en ese momento. No se lo podía creer. Y no siquiera pudo reaccionar a la lamentable provocación de la que fue objeto por parte de un futbolista del Bayer Leverkusen: Mitchel Bakker.
El jugador neerlandés se fue a por Carrasco y celebró en su cara el fallo del penalti, en una actitud muy desagradable a la que el futbolista del Atlético ni siquiera pudo reaccionar. Y casi que mejor, porque de haberlo hecho, hoy estaríamos hablando de una fuerte sanción para el belga.