Iker Casillas no está en la selección, pero su figura, su recuerdo sigue muy presente en la mente de todos. Y es que reemplazar a un mito, a una leyenda no es nada fácil. Es un peso mayúsculo con el que ha tenido que lidiar David De Gea que desde el primer momento tuvo que aguantar las comparaciones y también, la convivencia con Casillas en la Eurocopa de 2016 en la que Del Bosque decidió sentar a Iker y darle la titularidad a De Gea. Algo que provocó más de un enfado y polémica en el seno de la Roja.
Ahí, hace tres años, comenzó a aparecer la sombra de Casillas que ha acabado por tapar por completo a De Gea que ha pasado de indiscutible a suplente. Es cierto que no sólo ha sido ese peso de Iker el que ha provocado su actual situación porque el del United no ha estado bien en los últimos partidos de la selección, incluyendo el Mundial de Rusia. Las críticas arreciaron y empezó un debate que parece que ha perdido De Gea al que de nada le ha servido entrenarse en solitario en Las Rozas antes de la concentración para llegar a punto a estos dos partidos. Luis Enrique siempre le ha defendido, pero al final optó por Kepa para jugar ante Islas Feroe y Suecia.
¿Se ha acabado el debate de la portería? Todo depende de Kepa, de cómo lo haga porque como lo haga mal, los mismos que criticaban a De Gea le van a poner de vuelta y media, con Casillas siempre presente en el recuerdo de todos, mal que le pese al propio Iker que seguro que lo último que quiere problemas en la selección.
Como tampoco quiso el homenaje de la Federación que sí recibió Ramos por su récord mundial de 122 victorias con la selección. Con sus hijos, su madre y su pareja Pilar Rubio, el capitán festejó con el Bernabéu ese récord. Un Bernabéu que aplaudió al capitán de la Roja y del Real Madrid. No sólo eso, si no que al final fue una fiesta con las gradas prácticamente llenas. Fueron más de 72.000 espectadores que arroparon siempre a la selección y que vivieron, como dice la canción de Raphael y que sonó antes del partido, una gran noche.
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