Kieran Trippier, futbolista del Atlético de Madrid, está encantado con haber llegado al equipo colchonero. El lateral inglés eligió dar un paso importante, este pasado verano, en su carrera y salir al extranjero. Y está feliz.
“Estoy en el lugar perfecto ahora mismo y creo que era el momento adecuado para dar un paso adelante y jugar para el
Atlético de Madrid
y jugar para Simeone”, explicó Tripper en Football Focus.
“No quería llegar al final de mi carrera y lamentar no haberme ido al extranjero”, expresó el colchonero, que hizo autocrítica sobre su última etapa en el Tottenham Hotspur.
El lateral explicó que pegó de ‘egoismo’ al intentar ayudar al equipo londinense cuando en realidad necesitaba parar, operarse, y optó por seguir jugando. Una circunstancia que le pasó factura.
El defensor estuvo siempre presente para los Spurs durante la temporada 2018-19, que vio al club terminar cuarto y llegar a la final de la Liga de Campeones. Ahora que juega para el Atlético de Madrid, Trippier reconoce que en Londres luchó contra las lesiones desde octubre, hasta el final de temporada. “‘Fue difícil. Sabes que no estás jugando bien y aún así te están eligiendo. Estás luchando con lesiones desde octubre, pero estaba jugando en grandes partidos, encuentros de la Liga de Campeones, llegando a la final. Quieres jugar en esos grandes partidos. Probablemente fui un poco egoísta en momentos en que debería haber dado un paso atrás y pensar más en el equipo”, explicó el jugador, que en el curso pasado fue ridiculizado por los hinchas por sus errores defensivos puesto que no estaba al 100%.
NO COMETER ERRORES
En ese sentido, señaló: “Estaba jugando con el dolor y obviamente no tuve la mejor temporada. Lo he admitido, pero sabes que estoy feliz de haber pasado por momentos difíciles como ése porque si vuelve a suceder, sé cómo controlarlo”, dijo el jugador, que esta misma temporada tuvo otra oportunidad de lidiar con una situación similar, cuando arrastró una pubalgia durante varias semanas que le impidió participar con el Atlético de Madrid. Una situación de la que habría aprendido la pasada campaña y en la que no volvió a cometer un error.
El jugador tenía dos opciones, optar por una fórmula de recuperación conservadora, que vio que no le estaba dando frutos, o directamente operarse. Y se optó por lo segundo pese a que el jugador se jugaba perderse la Eurocopa que estaba prevista para el final de esta temporada y que a cuenta de la crisis sanitaria del covid19 no se podrá llevar a cabo hasta el curso venidero.
Y lo increíble es que el inglés pulverizó el periodo de baja que se estimaba para el inicialmente. Los galenos normalmente estiman que una intervención como la suya, permite al paciente volver a la vida normal a los 15 días y a la vida deportiva plena a las cuatro o seis semanas.
En el momento de ser intervenido, que fue el pasado 4 de febrero, el club colchonero manejaban unos plazos que apuntaban a su recuperación para el 11 de marzo, ante el
Liverpool
en
Anfield Road. Reapareció este 23 de febrero, apenas 21 días, tres semanas, después de la operación. Por tener una referencia cercana en el caso del Atlético de Madrid, el último que tuvo que pasar por una intervención así fue Kevin Gameiro. El francés era intervenido el 30 de junio de 2017 y no volvía a poder trabajar con el grupo hasta el 8 de agosto. Habían pasado un mes y siete días. O si lo prefieren 39 días en total, 15 más que en el caso del inglés.
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