La reaparición de Álex Abrines a tiempo para el tramo más trascendental de la temporada del Barça no está descartado. El alero balear sufre un esguince en su pie izquierdo tras la dura caída sufrida en el partido ante el Madrid del pasado domingo. De momento, el jugador es baja para el partido de este miércoles en la pista del Covirán Granada y, según reza el comunicado oficial del club, su retorno dependerá de su evolución.
Los gestos de dolor que mostró Abrines tras la caída, en una acción defensiva en la que perseguía a Dzanan Musa, hacían temer lo peor, así como el hecho de que necesitó un tiempo para reponerse y tuvo que ser asistido para abandonar la cancha. Finalmente, el traumatismo no conlleva consecuencias más temibles que podían hacer pensar por tratamientos más prolongados.
La lesión de Abrines era la más preocupante tras la batalla del Clásico a la vista de la dura caída, la posición de la pierna y los gestos de dolor. Incluso Musa se quedó en un rincón de la pista conmovido por el percance y posteriormente fue a desearle ánimos al jugador rival cuando abandonaba la pista.
“Hay mucha preocupación con los lesionados ahora que viene lo más importante”, dijo tras el partido Sarunas Jasikevicius, entrenador del Barça. “Los seguidores y los jugadores deben irse a casa contentos pero yo estoy temblando esperando la llamada del médico”.
Las noticias de este lunes, pues, han sido más tranquilizadoras y es que no sólo Abrines tiene opciones de estar a punto para los partidos clave de Euroliga y ACB sino también Vesely y Higgins, los otros jugadores tocados que no pudieron acabar el partido. Según fuentes del club, sus molestias no constituyen gravedad y hacen pensar en una reaparición inmediata.
En el caso del californiano se trata de los problemas de lumbalgia que arrastra desde hace tiempo y en el del checo de unos problemas de rodilla sin aparente gravedad.