Se viene un nuevo drama para los Golden State Warriors con la nueva lesión de Stephen Curry. La franquicia de la Bahía ha anunciado que el base, que se retiró ayer lesionado en el partido contra Dallas, sufre “desgarros parciales en los ligamentos tibioperoneos y la membrana interósea”, así como “una contusión en la parte inferior de la pierna”.
Aunque los Warriors han comunicado que los plazos de recuperación serán detallados en los próximos días, Shams Charania apunta que que Curry se perderá “varias semanas”, lo que le descarta automáticamente para el All-Star, que tendrá lugar entre el 17 y el 19 de febrero en Salt Lake City.
El máximo triplista de la historia de la NBA, que se ‘rompió’ defendiendo una penetración de McKinley Wright, de los Mavericks, ya se perdió 11 partidos seguidos entre diciembre y enero por una dolencia de hombro, trance que los Warriors lograron salvar bastante bien con un positivo 6-5.
Sin embargo, perder de nuevo a Curry varias semanas supone un problema más para el vigente campeón que sigue en el límite en el Oeste, fuera ahora de play-offs con la séptima plaza que ocupa (27-26), aunque en una clasificación muy igualada.
La excelente temporada del base camino de los 35 años -29,4 puntos, 6,3 rebotes y 6,4 asistencias con un casi 43% en triples con 11,4 lanzamientos-, está sosteniendo a unos irregulares Warriors con problemas fuera de casa (7-20) y de inconsistencia en su segunda unidad. El campeón no es el mismo sin Stephen Curry, como tampoco lo será el All-Star. Una gran pérdida para todos.