Fue un golpe fortuito, una caída de su compañero Joel Embiid en una de las primeras acciones del partido. Sin embargo, la temporada de Danny Green acabó unas horas antes que la de sus compañeros.
Su rodilla dijo basta tras soportar el peso de Embiid y el escolta de los Sixers tuvo que retirarse a vestuarios ayudado por varios preparadores físicos. No podía apoyar y el sentimiento inicial es de posible gravedad.
Apenas aguantó 3 minutos en cancha en una noche en la que su equipo acabó siendo eliminado por los Heat. Green se retorcía entre claros gestos de dolor tras soportar una lesión de la que aún no se conoce el alcance pero no pinta bien.
Se retiró mientras el Wells Fargo coreaba su nombre y no volvió a aparecer, ni tan siquiera en el banquillo. ESPN anunció que el jugador se sometería a una resonancia a lo largo de este viernes para conocer el diagnóstico exacto de la lesión.
Philadelphia cayó ante su público, mayormente por la pobre actuación de James Harden, y dijo adiós a su temporada de la peor forma posible. El futuro de jugadores como Green con la franquicia está ahora en el aire y dependerá de lo que los Sixers busquen en verano.