Tras superar la crisis por la epidemia del coronavirus, la liga china (CBA) retoma su actividad pero con más cautelas y de forma más lenta de lo que algunos podían prever. La fecha fijada para los primeros partidos es el 15 de abril, en condiciones muy limitadas y a puerta cerrada.
Los jugadores extranjeros que mantenían contrato con sus equipos han recibido ya la llamada de retorno y se les espera en el país entre esta semana y la siguiente. Como tarde, los foráneos que se reincorporen a la competición deberán estar presentes en cada ciudad el próximo 25 de marzo para poder llegar a tiempo del primer partido. El caso es que tendrán que pasar 14 días de cuarentena y superar el test del coronavirus para ser admitidos de nuevo en la competición.
Las condiciones para viajar dentro del país todavía son muy limitadas si bien el registro de nuevos casos de infectados es ya inferior al de altas desde hace unos días. Eso hace que la competición sólo tenga lugar en este arranque en las ciudades de Qingdao, en la provincia de Shandong, y Dongguan, en la de Cantón.
Buena parte de los equipos mantuvo a sus jugadores con contrato durante este paréntesis, que se prolonga desde el pasado 31 de enero. De ahí que consideren que el compromiso se mantiene y esperan que los jugadores cumplan ahora con lo estipulado. A los que no se presenten se les ha advertido con una posible suspensión por tres temporadas en la competición.
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