La oferta de la Liga Femenina Profesional (LFFP) a las árbitras, y que dio a conocer a la RFEF hace días, cuadriplica lo que cobraban la pasada temporada. Así, una colegiada pasaría de cobrar 300 euros por partido a 1.650 euros, mientras que cada asistente pasaría de 160 euros a 825, tal como ha podido saber Mundo Deportivo. No obstante, desde la LFFP recibieron ayer la respuesta de que las árbitras y asistentes de la nueva liga no pitarán este fin semana, por lo que todo queda en manos, de nuevo, del CSD -Consejo Superior de Deportes-, que hoy mismo en un tiempo récord debe resolver el conflicto y hallar una solución.
La primera jornada de la Liga femenina está en el aire mientras se aviva la guerra entre la Liga y la Federación, tras haber acusado la LFFP al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, de estar detrás de este nuevo conflicto para boicotear la nueva Liga profesional. “Se vuelve a vivir un momento de bochorno liderado por Luis Rubiales, que de nuevo vuelve a utilizar a la mujer como ariete para conseguir su único objetivo, destruir el fútbol femenino español”, ha escrito en un comunicado emitido anoche.
A la espera de que el CSD tome cartas en el asunto, hemos podido conocer las cifras que se han propuesto al colectivo arbitral. Como defienden desde la Liga, dicha propuesta se debe adecuar a la realidad actual del fútbol femenino.
La propuesta es de 21.000 euros por partido, lo que se traduce en 315.000 por el global de los 15 partidos que cada equipo juega como local y un total de cinco millones por arbitraje para la temporada 2022-2023.
En resumen, cada colegiada cobraría un mínimo de 19.800 euros que responden al mínimo de 12 partidos que pitaron la temporada pasada en la categoría. En el caso de dirigir 15 encuentros, es decir la mitad de la temporada, la cantidad ascendería a los 24.750 euros. En el caso de las asistentes, y bajo los mismos parámetros, cobrarían un mínimo de 9.900 euros por el mínimo de doce partidos y alrededor de 12.750 euros en el caso de alcanzar los 15 encuentros a lo largo de la temporada. El problema está en cómo se reparte este dinero ahora, ya que es la RFEF la que gestiona el reparto.
A todo ello, la RFEF ya ha mandado sus designaciones arbitrales para esta jornada, por lo que considera que no es responsable de lo que suceda al haber cumplido ya su cometido. Y la Liga ha asegurado que los clubs se presentarán este fin de semana a sus partidos y que las árbitras deberían hacer lo mismo, mientras que desde la RFEF entienden que no será así hasta que no se solucione el tema. El CSD deberá apresurarse a pronunciarse al respecto a fin de que la primera liga profesional femenina de la historia no comience con mal pie.