La Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) ha salido muy contenta de la reunión de este lunes con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), después de plantear una propuesta de 25.000 euros anuales para las árbitras que crecerían de manera gradual. Este martes se han citado nuevamente en la RFEF, a partir de las 11.00 horas. Beatriz Álvarez, presidenta de la LPFF, ha reconocido que “estamos trabajando sin parar. Ahora por la noche nos pondremos a preparar propuestas. Mañana por la mañana volvemos a emplazarnos en la Federación. Quiero pensar y así espero y deseo que se pueda llegar a un acuerdo y pueda celebrarse la segunda jornada por respeto al fútbol femenino”, dijo.
Dada la respuesta de la RFEF es por lo que la presidenta salía “relativamente satisfecha. No habíamos podido tener la oportunidad de hablar con las árbitras hasta el momento y me agrada haber llegado y ver una representación de ellas porque no habíamos tenido la oportunidad de trasladar nuestras propuestas directamente y de escuchar sus propuestas, sus sensibilidades. Es un avance positivo”. Yolanda Parga, responsable del arbitraje femenino del CTA ha estado en la misma,
LPFF y RFEF coinciden en “que hay que dar un paso en la profesionalización de las árbitras, nadie lo ha cuestionado. Nos hemos emplazado a una reunión mañana para seguir analizando los puntos diferentes en los que nos encontramos”.
El acuerdo, como hemos expuesto en MD y ha venido defendiendo la RFEF, “sera de forma gradual en base a los ingresos de la competición o los salarios de las jugadoras. Esperamos que con ese concepto interiorizado por todos podamos llegar a un acuerdo”. Acuerdo que tendría esos 25.000 euros como punto de partida.
Ha sido esta tarde donde se han sentado la bases y “a partir de ahora que cada uno estudie su propuesta y el concepto adoptado hoy, que creo que puede ser un punto de encuentro. Mañana definiremos cantidades e iremos a la concreción”.
La presidenta de la LPFF ha detallado los los puntos de partida: “Queríamos pactar por separado los honorarios arbitrales, donde nosotros habíamos trasladado la propuesta de que el recibo de 3.300 euros fuese íntegro para el cuarteto arbitral más la informadora. En este sentido no estamos tan lejos de la gradualidad a la que hacemos referencia y al porcentaje si comparamos con lo que están ganando las jugadoras”.
Estos 25.000 euros no incluyen los gastos de desplazamiento o dietas. “En la rueda de prensa que dieron esta mañana las árbitras, según lo han explicado, era como que no lo habían entendido bien. Hablaban de que esos 3.300 euros eran para repartir entre ellas y cubrir los gastos de desplazamiento y hoy les hemos dicho que no, que los gastos de desplazamiento irían aparte de sus salarios”.
Y a partir de ahí ha sido donde ha lanzado este mínimo de 25.000 euros. “Partíamos de un recibo arbitral y ellos de un salario profesional mínimo. Hemos hecho la cuenta entre todas las partes y con un coste arbitral de ese tipo estaríamos hablando de unos 25.000 euros anuales para la árbitra principal, por encima de lo que está cobrando cualquier jugadora. Es una propuesta más que digna, en consonancia con los ingresos y los datos que manejamos en la Liga”, agregó.
Sobre los detalles en los que no terminan de coincidir, apuntó: “La mayor disparidad es de concepto. Nosotros hablamos de llegar a un acuerdo porcentualmente en base a los ingresos que genera la liga, siete millones de euros por temporada en las próximas cinco temporadas”.
Ingresos ya previstos en la LPFF que obligan a esta gradualidad: “Ellos parten de la premisa de asimilarlo al fútbol masculino y que esos 21.000 euros vayan creciendo gradualmente hasta compararlo en unos años con la Segunda masculina. Tenemos que recordar que la Liga masculina tiene unos ingresos infinitamente mayores y ni siquiera las jugadoras cobran lo mismo. Una árbitra tampoco. Tiene que ser algo porcentual, creo que ha quedado claro. Y en ese sentido, el CSD ha entendido nuestro concepto“, afirmó.
Pese a todo, ha reinado la cordialidad: “El tono de la reunión ha sido amable, de total respeto entre las partes. Era importante escucharlas a ellas y que ellas me escucharan a mí. En ningún caso ni yo ni nadie hemos tratado de juzgarlas como ‘marionetas’, me parece un término despectivo que en algún caso se utilizó conmigo. Por eso jamás lo utilizaría con ninguna mujer”.
Y también el carácter positivo de la misma: “Ha sido positiva esta reunión, la agradezco. Creo que esto podíamos haberlo solucionado el jueves pasado y no haber llegado a este momento, después de una jornada sin poder haber jugado y con lo que repercute eso a nivel económico y en la imagen del fútbol femenino”.
Todo esto lleva a pensar que la competición podría arrancar con normalidad el próximo fin de semana, como aseguró este lunes Yolanda Parga, responsable de arbitraje femenino del Comité Técnico de Árbitros (CTA). “Posibilidad hay de que se dispute la segunda jornada. Cuando estamos sentados, hablando e intentando llegar a acuerdos claro que hay posibilidad. Y que vaya por delante que tanto las árbitras, como el comité, como la federación, al igual que los demás integrantes, lo que queremos es que la liga se dispute”.
“Soy optimista en que nos hemos sentado y hemos hablado. Pero queda mucho por hablar y mucho por decidir”, declaró después de confirmar que este martes, a las 11:00 horas, habrá una nueva reunión en la sede de la RFEF.