Miami.- De acuerdo a la NASA, cuando se escucha a alguien decir: “Una vez cada Luna Azul…” se entiende lo que quieren decir: Raro. Casi nunca. Quizás incluso absurdo. Después de todo, ¿cuándo fue la última vez que usted vio que la Luna se tornara de color azul?
Cuando un mes ya tuvo su luna llena, la siguiente será por definición una Luna Azul. Pero no, no se pone de color azul como algunos pudieran esperar.
Según la NASA, de acuerdo con el folclore moderno una Luna Azul es la segunda luna llena durante un mes calendario. Normalmente los meses tienen solamente una luna llena, pero ocasionalmente se cuela una segunda.
Las lunas llenas están separadas por 29 días, mientras que la mayoría de los meses tienen 30 o 31 días de duración; así que es posible ubicar dos lunas llenas en un mismo mes. Esto sucede, en promedio, cada dos años y medio.
Y este año es especial porque coincide con la Noche de Brujas, en la que miles de niños, acostumbran a deambular por la calles pidiendo dulces de casa en casa, aunque con la pandemia, será una festividad como nunca se había visto.
La próxima oportunidad que este fenómeno se produzca será en marzo de 2023.
La historia
La NASA recuenta que hubo un tiempo, no hace mucho, cuando la gente veía lunas azules casi todas las noches. Lunas llenas, medias lunas, cuartos crecientes, todas eran azules, excepto algunas noches, cuando eran verdes.
La época fue en 1883, el año en que un volcán en Indonesia llamado Krakatoa, explotó. Los científicos comparan su estallido con el de una bomba nuclear de 100 megatones. A una 380 millas de distancia, la gente escuchó un ruido tan fuerte como el de un cañonazo. Columnas de cenizas se elevaron hasta los mismos límites de la atmósfera terrestre. Y la luna se volvió azul.
La razón fueron las cenizas de Krakatoa. Algunas de las nubes de ceniza estaban llenas de partículas de aproximadamente un micrón (una millonésima de metro) de diámetro, el tamaño justo como para dispersar fuertemente la luz roja, mientras que permite que pasen otros colores. Los haces de luz blanca de la luna que pasaban a través de las nubes emergían de color azul, y algunas veces de color verde, explicó la NASA.
Otros volcanes menos potentes han causado también lunas azules. La gente vio lunas azules en 1983, por ejemplo, luego de la erupción del volcán El Chichón en México. Y hay informes de lunas azules causadas por el Monte Santa Helena en 1980, y por el Monte Pinatubo en 1991.
La clave para que aparezca una luna azul es tener en el aire muchas partículas ligeramente mayores que la longitud de onda de la luz roja (0,7 micrones), y que no existan de otros tamaños. Esto es raro, pero a veces los volcanes expelen nubes de ese tipo, tal como sucede con los incendios en los bosques.
Respecto al origen de la frase luna azul (blue moon en inglés) hay distintas versiones sin confirmar sobre su origen pero la mayoría hace referencia a la evolución de la palabra “belewe” o traidora en el inglés antiguo en la Edad Media, pues esta luna llena no aparecía en el almanaque celestial y no había nombre para ella. Esta palabra habría devenido por su uso en blue (azul).