El Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, en funciones de guardia, ha acordado en la mañana de este jueves poner en libertad provisional a Cristina Mariscal, la mujer de Sevilla que había sustraído a sus hijos desde principios de noviembre por su negativa a vacunarlos contra la covid. La madre no podrá aproximarse ni comunicarse con los menores, de 14 y 12 años de edad.
Mariscal, con una orden de busca y captura desde el 31 de diciembre de 2021, entregó el miércoles voluntariamente a sus hijos en los juzgados. Acto seguido la jueza de guardia se lo comunicó a la Guardia Civil, que la detuvo por un delito de sustracción parental. Tras dormir en los calabozos, la mujer ha pasado esta mañana a disposición judicial. Su exmarido desde 2015 y padre de los niños, David Kau, ha podido pasar la noche de Reyes con sus hijos, a los que no veía desde principio de noviembre, cuando su exmujer, al conocer que la justicia daba la razón al padre para poder vacunar a los críos, le comunicó que no se los iba a entregar. Tampoco los llevó al colegio desde entonces.
El abogado de Mariscal, Francisco de Borja Gómez Martínez-Fresneda, se ha mostrado satisfecho con su puesta en libertad provisional. “Estamos contentos, era una medida lógica dado que el caso se encuentra bajo secreto de sumario”, ha señalado. La intención del letrado es pedir el levantamiento de la medida cautelar de no aproximarse ni comunicarse con los niños en cuanto se alce ese secreto de sumario dado que, según argumenta Gómez Martínez-Fresneda, el padre no ha manifestado su voluntad de que la madre no pueda relacionarse con ellos.
Gómez Martínez-Fresneda explicó a este diario en diciembre que él mismo había aconsejado a su cliente que desapareciera con los niños y que la sustracción estaba justificada porque “las vacunas son veneno”. Cuando el miércoles supo que la jueza había ordenado la detención de su representada lo consideró una “medida ejemplarizante”, según declaró a EL PAÍS, pero confiaba, como así ha sido, que fuera puesta en libertad provisional.
Mariscal, de acuerdo con su abogado, no se encuentra bien de salud tras lo sucedido en estos meses y su intención es que su actual pareja, “un experto naturópata”, la cuide en su casa.
Desde que en noviembre dejara de poder ver a sus hijos, Kau ha pasado por un periplo judicial en el que solicitó la patria potestad y la custodia individual —hasta entonces era compartida― de los niños argumentando que se encontraban en riesgo. El 16 de diciembre el juzgado se la otorgó y cuando la madre conoció el cambio provisional en el régimen de custodia cortó cualquier comunicación con su familia y el exmarido. El abogado de Kau, José Javier Toucedo, lamentó a este diario la falta de interés por parte de la Fiscalía, que en ningún momento se pronunció ante las distintas peticiones de medidas cautelares solicitadas por el padre para que la Guardia Civil pudiera comprobar cómo estaban sus hijos.
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