La máquina de hacer dinero del K-pop desembarca en la Bolsa


Pocas metáforas más recurrentes en la industria musical que aquella que convierte, lenguaje mediante, a los artistas exitosos en máquinas de hacer dinero. En la tierra del K-pop, ya un fenómeno global, lo han llevado al siguiente nivel: a partir de ahora cotizarán en bolsa. Big Hit Entertainment, la empresa detrás de BTS, el grupo más famoso del género, prepara un inminente asalto al parqué sucoreano. Esta operación hará un poco más ricos a sus integrantes, agasajados cada uno de ellos con un paquete accionarial valorado hasta en 6,5 millones de euros.

El pasado 28 de mayo, Big Hit inició el procedimiento oficial para ser incluida en el principal índice del país, el KOSPI. La firma ofrecerá 7,13 millones de títulos a un precio unitario que oscilará entre 105.000 y 135.000 wones (de 75 a 96 euros). De este modo, pretende atraer más de un billón de wones (712 millones de euros), lo que supondría la mayor salida a bolsa en Corea del Sur de los últimos tres años.

Esta operación servirá para medir la confianza de los inversores en un sector muy afectado por la pandemia, la cual ha provocado la cancelación generalizada de conciertos y eventos de todo tipo. En 2019, Big Hit ingresó más de la mitad de sus beneficios netos antes de impuestos gracias a actividades presenciales que las medidas de distanciamiento social han hecho imposibles.

Entre los damnificados se encuentran los miembros de BTS, cuyo plan original para estos meses pasaba por embarcarse en una gira mundial. Para evitar las millonarias pérdidas, Big Hit ha recurrido a alternativas novedosas como un concierto online con entradas a la venta a partir de 29.000 wones (unos 20 euros) que atrajo a 750.000 espectadores de 107 países distintos, cantidad equivalente al público de 15 conciertos tradicionales.

Alcanzando récords de Los Beatles

La andadura de BTS –acrónimo de múltiples acepciones: Bangtan Sonyeondan, Bulletproof Boy Scouts, Beyond the Scene…– se remonta a 2010, año en el que comenzaron la exhaustiva formación que caracteriza a las futuras estrellas del K-pop, y tres años más tarde lanzaron su primer disco. Impulsados por la emergencia internacional de este tipo de música, en 2018 coronaron la cima del Billboard 200, la lista de éxitos estadounidense, con su álbum Love Yourself: Tear. Repitieron honor con los tres siguientes, convirtiéndose en el primer grupo desde Los Beatles en alcanzar el número 1 en EEUU con cuatro discos distintos en menos de dos años.

Hace dos semanas añadieron otra medalla a su pechera, como los únicos artistas coreanos en debutar en lo más alto del Billboard Hot 100 de sencillos con su tema Dynamite, el primero que interpretan por entero en inglés. Su pegadiza melodía y su simple letra se reprodujo más de 34 millones de veces en Estados Unidos, más que ninguna otra en los últimos tres años. “Es un poco irreal porque no podemos encontrarnos con nuestros seguidores ni recoger premios o asistir a eventos”, aseguró al respecto RM, líder del grupo, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.

Sin embargo, la salida a bolsa les reservaba un cuantioso consuelo. El director general de Big Hit, Bang Si-hyuk, ha optado por hacer entrega a cada uno de los siete miembros que componen BTS de 68.385 acciones de la empresa, las cuales estarían valoradas hasta en 9.200 millones de wones (6,56 millones de euros por cabeza), según las predicciones más optimistas. Este “regalo” pretende “fortalecer la colaboración a largo plazo con grandes artistas e impulsar su motivación”, ha explicado la empresa en los documentos presentado ante las autoridades competentes.

Estos mismos archivos reflejaban que más del 97% de las ventas de Big Hit del año pasado estuvieron relacionadas con BTS, así como el 87% de las de este año. Pero estas asombrosas cifras también revelan una preocupante vulnerabilidad: dos miembros todavía deben completar el servicio militar obligatorio, por lo que es posible que el grupo no pueda actuar al completo en una temporada. A la luz de estos obstáculos, Big Hit ha comenzado a diversificar su cartera de talentos, empezando por adquirir Pledgis Entertainment, firma rival que controla a otros grupos populares como Seventeen y Nu’Est.

A pesar de su éxito fulgurante, a BTS todavía le quedan logros por alcanzar. “Una actuación en solitario en los Grammy o una nominación son algunos de nuestros sueños”, apuntaba RM. A partir de ahora, sus triunfos harán felices por igual a seguidores e inversores, jóvenes y mayores.


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