A pesar de que cerca del mediodía de este sábado el termómetro marcaba los cero grados en Washington y la capital estadounidense se cubría de copos aguanieve, miles de manifestantes salieron a las calles por la Marcha de las Mujeres. El movimiento que lucha por la igualdad de género, que se forjó de manera casi espontánea cuando Donald Trump juró como presidente en enero de 2017, celebró su cuarto aniversario en cientos de ciudades de Estados Unidos alzando la voz causas como el cambio climático o la protección a los inmigrantes, pero bajo el paraguas de un mensaje que se repetía en las pancartas y se escuchaba en los vítores: “Trump debe irse”. Con la vista puesta en las elecciones presidenciales de noviembre, el llamamiento es ir a votar para proteger los derechos de las mujeres.
En la Plaza de la Libertad, antes de arrancar el recorrido hacia la Casa Blanca, el colectivo Las Tesis realizó la acción “Un violador en tu camino”, que desde octubre pasado se ha convertido en un fenómeno global e himno de la lucha feminista. Las activistas chilenas interpretaron la canción en inglés y en español reiteradas veces, consiguiendo que finalmente resonara fuerte en el corazón político de Estados Unidos. Un grupo de mujeres chilenas seguía orgullosa la coreografía. Ana María Arriagada, de 67 años, emigró hace cuatro décadas, sostiene la acción de Las Tesis es algo que va “mucho más allá de las fronteras nacionales. Es algo que toca y resuena en las mujeres de todas las generaciones, como se puede ver en esta manifestación… a todas nos dice algo”.
Laura Albanson, de 60 años, acompañada de sus dos hijas seguían la letra de la canción en las pantallas gigantes, aunque ya habían visto la corografía replicada en distintas capitales del mundo. “Muchísimas mujeres han sido violadas y todas las mujeres, aunque no hayan sido víctimas de abuso, tienen alguna amiga o familiar que sí lo ha sido. Este es un himno que nos representa”, afirmó Albanson. Anna, su hija de 30 años que viajó de Boston especialmente para participar de la manifestación, celebra que se incluya el arte en las manifestaciones: “Esta canción nos permite vivir una bella experiencia que involucra a las distintas culturas”.
Los organizadores de la marcha en Washington advirtieron que este año no habría escenarios ni oradores. Sin embargo, familiares de Martin Luther King -cuyo día se celebra este lunes en Estados Unidos- fueron los encargados de dar el saludo inicial. La activista Andrea Waters King recordó que este año se celebra el centenario del voto de la mujer en el país, pero aclaró que eso “no es suficiente”. “No podemos descansar hasta que las madres afroamericanas dejen de sentir miedo de que sus hijos salgan a la calle en la noche, y los hijos de madres inmigrantes se sienten al lado de ellas en cunas, no jaulas”, sostuvo entre aplausos y carteles con las insignias “Trump/Pence ¡Fuera ya!”.
Un grupo de mujeres vestidas como los personajes del libro El cuento de la criada -un traje que se ha convertido en una tradición en este tipo de manifestaciones- gritaban “¡Vota mientras puedas!”. A su lado, varios hombres con gorras amarillas criticaban el aborto por megáfono y enumeraban cuántos fetos había “eliminado” los centros de salud reproductiva Planned Parenthood. “Más encima nos lo vienen a decir hombres…”, reprochaba Clady, de 76 años. “Por eso estas elecciones son tan importantes. Nos estamos jugando un trozo de libertad. No voy a permitir que le roben un derecho a mi nieta y toda su generación”. En algunos carteles se leían mensajes de apoyo al precandidato socialista Bernie Sanders, en otros a favor de la senadora Elizabeth Warren, pero el despliegue mayor lo realizó un grupo de adherentes a la candidatura de Tulsi Gabbard. Ellos no llevaban carteles de elaboración propia, como el resto, sino letreros oficiales de la campaña.
El mensaje contra la actual Administración llegó hasta la Casa Blanca, aunque Trump no estaba ahí. Los miles de manifestantes se aglutinaron en la Plaza de Lafayette, donde, liderados por Las Tesis, realizaron la coreografía y cantaron en español y en inglés el himno feminista. Las voces se alzaban con más fuerza cuando entonaban que el violador era “el presidente” y, todos a la vez, apuntaban a la oficina del republicano cantando “el violador eres tú”.
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