El Valencia tenía cita ese viernes en el juzgado. Se ha celebrado la vista oral del juicio por la posible nulidad de la venta de la mayoría accionarial a Peter Lim con su empresa, Meriton, el club, y la Fundació VCF (que era la propietaria de los títulos) como demandados. La propiedad de la entidad está ahora por tanto en manos del titular del juzgado de Primera Instancia 1 de València.
La sensación por parte de ambas partes era opuesta a la salida. El abogado de los demandantes, Jaime Navarro, ha señalado que las partes demandadas han sido incapaces de rebatir las varias causas de nulidad que ha apuntado. “No se ha contestado a ninguna de ellas por lo que espero que el juez actúe en consecuencia”, señaló.
En cambio, desde el club (y las otras dos partes) lo ven completamente diferente. Fuentes de la entidad aseguraron a Efe que la vista había rozado “lo esperpéntico”, que no tenía “ni pies ni cabeza” y que esperaban una rápida sentencia favorable.
Entre los argumentos de los demandantes están que no aparece el contrato “original” de compraventa sino unas fotocopias de su elevación a público y tampoco los doce anexos que los acompañaban. También que la Fundació no tenía los títulos de propiedad de parte de sus acciones y que Meriton no tiene “objeto social” en España por lo que no puede hacer negocios.
El Valencia cree que se trata de un proceso “teledirigido” con el objetivo de “hacer ruido” y señalan que incluso Navarro preguntó a su abogado cómo podía hacerle llegar a Lim una oferta de compra.
En la vista declararon a petición de la parte demandante los que entonces eran patronos de la Generalitat, Diputación y Ayuntamiento. Mateo Castella, que lo era de la administración autonómica ha asegurado que se incumplieron “sistemáticamente” los veinte puntos que se pactaron previamente a la venta para asegurar un mejor futuro del club.