La mayoría de los miembros del Partido Conservador del Reino Unido quiere que Liz Truss renuncie al cargo y que sea sustituida por el exprimer ministro Boris Johnson.
Así lo revela una encuesta de YouGov, que señala que un 55% de los conservadores votaría por Rishi Sunak, mientras que un 25% votaría por Truss para encabezar el partido y ser primera ministra.
Apenas hace seis semanas los conservadores dieron su apoyo a Truss frente a Sunak, en las elecciones que se realizaron con motivo de la renuncia de Boris Johnson a su cargo como líder del partido.
De acuerdo con Sky News, que dio a conocer los resultados de la encuesta, el 55% de los miembros del partido piensa que Truss debería renunciar ahora, mientras que el 38% cree que debería quedarse.
Además, el 63% considera que Boris Johnson sería un buen reemplazo, de hecho, el 32% lo coloca como su principal candidato, seguido por Sunak con un 23 %.
La gestión de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, sólo recibe el apoyo del 10 por ciento de los británicos, según este sondeo, que acredita el desplome en la popularidad de la jefa de Gobierno tras sus últimos giros políticos en materia fiscal.
Truss ya se encontraba la semana pasada en niveles inferiores a los de su predecesor, Boris Johnson, y tras el cese del ministro de Finanzas y la marcha atrás en el ‘mini presupuesto’ anunciado en septiembre ha caído otros cinco puntos en apenas unos días.
Un 80 por ciento de los encuestados tienen ya una opinión desfavorable de la primera ministra, según el sondeo de YouGov, elaborado a partir de 1.724 entrevistas.
Truss es, con diferencia, la líder política británica peor valorada de Reino Unido. La mejor nota la recibe el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer, con un 41 por ciento, mientras que entre los ‘tories’ destacan Rishi Sunak (34 por ciento) e incluso el denostado Johnson (32 por ciento).
Por otra parte, el 17 por ciento tiene una buena opinión del nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, nombrado el pasado viernes en sustitución de Kwasi Kwarteng. Hunt fue el encargado de anunciar esta semana el desmantelamiento casi total del plan fiscal lanzado por su predecesor.
La primera ministra, Liz Truss, se disculpó este martes por haber puesto en peligro la estabilidad económica de Reino Unido, después de verse obligada a desechar sus amplios planes de reducción de impuestos y a embarcarse en un “doloroso” programa de recortes del gasto público.
Después de semanas culpando a los mercados y a los “vientos en contra globales” de que los inversores se deshicieran de la libra esterlina y los bonos del Estado, Truss dijo que lamentaba haber ido “demasiado lejos y demasiado rápido” con su plan económico radical diseñado para sacar a Reino Unido de años de crecimiento estancado.
Los mercados, que se desplomaron después de su “minipresupuesto” del 23 de septiembre, siguen bajo tensión incluso después de que el nuevo ministro de Finanzas de Truss, Jeremy Hunt, desbarató sus planes el lunes, y ahora está luchando por sobrevivir, sólo seis semanas después de acceder al cargo.
No está claro si la disculpa de Truss aplacará la creciente rebelión en el seno de su gobernante Partido Conservador, donde varios legisladores le están instando a dimitir. Decenas de ellos temen perder sus puestos en las próximas elecciones.
Incluso uno de sus ministros dijo que no podía permitirse cometer más errores, algo que podría ser difícil cuando su gobierno busca un gran ahorro que podría profundizar una recesión prevista. Hunt ya se ha negado a garantizar los presupuestos de departamentos como Sanidad y Defensa.
(Con información de Europa Press, Reuters y Aristegui Noticias)
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