La mezcla perfecta de buena música, gastronomía y sostenibilidad

La mezcla perfecta de buena música, gastronomía y sostenibilidad

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Formentera volvió a ser el escenario de la esperada VI edición de Son Estrella Galicia Posidonia, una rompedora propuesta cultural que destaca por su inusual cartel secreto de grandes y diversos artistas, la alta gastronomía que aportan chefs a la altura de Pepe Solla y Diego Guerrero, y la cultura de la cerveza.

Bajo el lema ‘Inconformismo‘, el evento buscaba generar un impacto positivo en el impresionante entorno en el que estaba teniendo lugar. El talento sobre el escenario lo pusieron Lori Meyers, Pongo, Depedro, Israel Fernández, YĪN YĪN, TootArd, Guada, María de la Flor y Santi Araújo.

Lori Mayers fue la cabeza de cartel del evento.

Otra de las singularidades del festival es su excelencia gastronómica que cada año supone un abrazo entre la cultura gallega y la local. En este caso, los reconocidos chefs con varias estrellas Michelín Solla y Guerrero fueron los encargados de liderar una cocina que enamoró a todos los presentes. 

Pepe Solla y Diego Guerrero, los chefs del Son Estrella Galicia Posidonia.

Pepe Solla y Diego Guerrero, los chefs del Son Estrella Galicia Posidonia.

Los asistentes también pudieron descubrir a pie lugares inconfundibles de la isla como Cala Saona, la playa Ses Illetes o el Camí de Sa Pujada. Estas rutas, que buscaban concienciar al público de la necesidad de que todos aportemos lo que está en nuestras manos para cuidar y respetar el planeta, estaban repletas de sorpresas. Expertos en arqueología submarina, en gestión forestal y sistema dunar, en ornitología o en la fauna del mar acompañaron a los grupos durante su andadura para informarles sobre el entorno natural en el que se encontraban. 

Las rutas también contaban con conciertos sorpresa.

Las rutas también contaban con conciertos sorpresa.

Año tras año, Son Estrella Galicia Posidonia demuestra que es mucho más que un festival. Es un evento en el que reconectar con la naturaleza y con uno mismo, una gran oportunidad para volver a vislumbrar lo que de verdad importa y un incentivo para apreciar que la belleza del mundo en el que vivimos depende de nuestros pequeños gestos diarios. 




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