Más allá de la conveniencia o no de reiniciar la competición y de cuándo podría volver a ponerse en marcha, los datos indican que los equipos de LaLiga Santander podrían ‘reengancharse’ a la competición oficial con el mismo tiempo de preparación de que dispusieron el pasado verano pero tras un parón, el provocado por el coronavirus, sensiblemente más amplio que el provocado por las vacaciones estivales.
Las 20 plantillas de los equipos que a día de hoy militan en la máxima categoría del fútbol español tuvieron un promedio de 46 días entre la disputa de su último partido oficial y su vuelta a los entrenamientos para realizar la pretemporada. Hoy, y contando hasta el 7 de mayo como fecha posible de vuelta de los futbolistas a los entrenamientos, la media de días transcurridos desde que a mediados de marzo disputaron su último choque oficial es de 60. Esto es, dos semanas más que el parón veraniego.
En verano de 2019, desde que empezaron el trabajo de pretemporada hasta que jugaron su primer partido oficial los técnicos de los equipos de Primera dispusieron de 39 días de promedio para trabajar con sus hombres. Curiosamente, los mismos de que dispondrán ahora, si contamos desde el 7 de mayo hasta el 14 de junio como posible fecha de reinicio de la competición liguera.
¿Diferencias? Varias. La primera, ya apuntada: el parón de actividades, pese a las rutinas marcadas por los preparadores físicos para que los jugadores estén activos en sus respectivos confinamientos, habrá sido de 60 días de promedio, muy superior a los 46 del verano anterior.
La segunda, que en verano las plantillas entrenaron juntas desde el día 1 de su vuelta, mientras que las fases de la desescalada, si vienen realizándose según lo previsto por el Gobierno, contemplan el entrenamiento global a partir del 26 de mayo, esto es, 20 días antes de la vuelta de la Liga, si esta fuera el 14 de junio.
Y la tercera, que mientras en la pretemporada todos los equipos disputan un buen número de partidos amistosos para ultimar su puesta a punto y pulir detalles, esta opción es del todo inviable a día de hoy, teniendo en cuenta las limitaciones que imponen las estrictas medidas a observar para que el proceso de ‘desescalar’ llegue a buen puerto.
Source link