Sandra Gómez (Cercedilla, 1993) se encuentra como en casa entre rocas. Es una más. Comparte con ellas la dureza de una deportista que nunca se rinde. Es especialista en Hard Enduro, la modalidad más dura. Y en ella, ha hecho historia. Es la primera mujer en finalizar la famosa Redbull Romaniacs en la máxima clase (Gold), la primera en ocupar una primera línea de salida en el Redbull Erzberg Rodeo y la primera española campeona del AMA Endurocross (2015). Ninguna de esas carreras pudo con ella. Tampoco el Dakar 2022.
Sandra debutó el año pasado en una modalidad que no era la suya, de mayor velocidad y con la complejidad de la navegación. Pero cumplió su objetivo de llegar a la meta y sumar un aprendizaje impagable para afrontar el Dakar 2023 con mayores certezas.
Llegaba llena de fortaleza tras el Dakar 2022. Debía afrontar el Mundial de Hard Enduro. Pero algo iba mal. “En la segunda carrera empecé a encontrarme rara. Estuve dos meses así. Y una vez me pasé dos días durmiendo”. Le diagnosticaron entonces mononucleosis. Sus síntomas son, entre otros, mucha fatiga, fiebre y dolor de cabeza. Se veía en la cama sin fuerzas para nada. “Tuve que parar completamente. No podía ni hacer abdominales”. Así estuvo dos meses.
“Lo más duro era que no sabía cuándo iba a estar bien. Yo estaba parada y decía: ‘Vale, acepto que me salto las carreras de junio y julio, pensaba ir a Estados Unidos a competir, pero tampoco puedo…’. Y no paraba de preguntarme: ‘¿En septiembre voy a poder volver?’. Ese era el tema, la incertidumbre. Hasta que no me dijeron que estaba bien, y aunque me sentía súper cansada, no pude tener nada claro. Me empecé a mover y me cansaba mucho”, dice a MD.
“Un día subimos una montaña y estuve tres días mal. Además, sabía que hay gente que con esta enfermedad ha tardado un año estar bien”, recuerda.
“Tengo que ir al Dakar poniendo dinero”
Sandra depende de sus patrocinadores para ir al Dakar. Incluso tiene que poner dinero de su bolsillo para completar el presupuesto, consciente de que estar ahí es clave para su visibilidad y sumar patrocinios durante el año. Se jugaba mucho dinero, pero siempre fue clara con las empresas que le apoyan. Les decía que no podía asegurar que llegara al Dakar. Pero la esperaron y la animaron.
A finales de agosto, la enfermedad se había ido. Debido al cansancio, pensaba no ir al Rally de Marruecos, pero ahí estuvo. “No podía ir más rápido porque era peligroso: no tenía fuerza para agarrarme a la moto”. Y cumplió. Terminó con un 18º puesto en Rally2.
Al estar tan debilitada, baja de defensas, le surgieron entonces más lesiones. Una rotura de psoas, luego fue el dedo que usa para frenar y en noviembre estuvo 5 días en cama por un resfriado. “¡En la vida he estado tan resfriada!”. Y a dos semanas del Dakar, una nueva sorpresa: un principio de hernia lumbar.
“Lo que he podido, sí que estoy más fuerte. Sobre todo de brazos, que estaba muy floja. Cuando he salido a la montaña con la moto, con la de enduro, pues mejor, pero la de Rally intentaré no caerme. La moto de enduro pesa unos 110 kg y la del Dakar 160 kg, y en la arena, pues…”, destaca para MD la piloto española.
Un trabajo menos
La mononucleosis le impidió estar presente en su segundo trabajo, clave para sacarse un extra para vivir. Es ‘stunt rider’ (piloto especialista de series y películas) y participó en el rodaje de ‘La Casa de Papel’ y ‘Sky Rojo’. Pero este año no estuvo en pantalla. Eso perjudicaba a su economía y tuvo que multiplicarse para dar más cursos de pilotaje que le restaban horas de preparación que no le sobraban.
Pero a una deportista tan dura, eso no le iba a frenar. Fue 2ª en féminas en motos el pasado año, acabando en la 62ª posición de la general. Y pese a ello, cree que su segunda aventura dakariana puede ser mejor. “Ahora sé lo que me voy a encontrar. Mi objetivo es acabar, ganar en categoría de féminas y mejorar la posición del año pasado”. Así es Sandra Gómez. Nada ni nadie puede con ella. Tras un año difícil, afronta con optimismo el Dakar 2023.