Desde que en diciembre de 2013 Michael Schumacher sufriera un grave accidente de esquí que cambiaría su vida para siempre, el estado del 7 veces campeón del mundo de F1 es toda una incógnita. Corinna Schumacher, su mujer, siempre se ha encargado de mantener en secreto todo lo relacionado con la vida actual de su esposo y lo poco que se conoce de Michael es lo que se puede leer entre líneas en las declaraciones del que fuera su jefe, Jean Todt, que va a visitarle habitualmente, o por las declaraciones que realizó la familia en el documental que se le hizo al alemán el pasado año en Netflix.
“Desde el accidente, esas experiencias esos momentos tan típicos en una familia ya no están presentes. Al menos no como antes. Y en mi opinión es muy injusto”, apuntó Mick en aquella película, asegurando que “mi padre y yo ahora nos entenderíamos de otra forma”. “Creo que hablaríamos un lenguaje muy similar, el del automovilismo, y tendríamos mucho de qué hablar, y eso es lo que no dejo de pensar. Pienso en lo genial que sería, que hubiera sido. Daría cualquier cosa por tener eso”. Esas palabras dicen mucho, pero no hay ninguna aclaración oficial sobre su estado. Todo son rumores y conclusiones sacadas a través de palabras o gestos. Como los que dejó la mujer de Michael recientemente en un homenaje al ex piloto ferrarista.
La emoción de Corinna al recoger un premio
Michael Schumacher recibió la pasada semana un premio homenaje por parte de su estado natal, Renania del Norte-Westfalia (NRW), que fue recogido por su esposa en Colonia.
“Honramos hoy a un hombre que no sólo destaca por sus logros deportivos. Pero, sobre todo, rendimos homenaje a Michael Schumacher más allá de las carreras y de los focos”, dijo el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst. Pero en ese acto destacó lo difícil que fue para Corinna, que no pudo contener las lágrimas de inicio. Su hija Gina, que acudió para acompañarla, tuvo que consolar a su madre.
Emotivas fueron también las palabras del ex presidente de la FIA, su gran amigo y ex jefe en Ferrari Jean Todt: “Estoy orgulloso de llamar a Michael ‘amigo’ y de tener una amistad muy estrecha con su familia. Gracias a sus triunfos y éxitos, pasó de condiciones modestas a convertirse en un verdadero ciudadano del mundo, que trabajó en estrecha colaboración con personas de muchas culturas diferentes. Pero nunca olvidó dónde estaban sus raíces, a unos 30 kilómetros de aquí, y siempre se mantuvo anclado”, dijo Todt.
“Le echamos de menos aquí, y no sólo en días como hoy”, finalizó Jean.