La NBA ha confirmado este martes que Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns -y también de las Phoenix Mercury en la WNBA y del RCD Mallorca en España-, se ha comportado de forma incorrecta durante sus más de 18 años al frente de la organización. La liga, después de encargar una investigación independiente que revisó más de 80.000 documentos y realizó 320 entrevistas a trabajadores actuales y pasados de la franquicia, ha decidido suspender de sus funciones durante un año al mandatario. Además, le impone la multa máxima permitida según los estatutos de la competición: 10 millones de dólares.
El escándalo, destapado por la ESPN en noviembre de 2021, ha destapado la deleznable cultura laboral que imprimó Sarver en una de las franquicias con mayor éxito reciente en la liga. El ejecutivo “se comportó de manera que transgredió claramente los estándares en el entorno de trabajo”, explica la NBA a través de un comunicado extenso de tres páginas con detalles de la investigación. Entre las conclusiones más graves se encuentra el uso de lenguaje racista sin sensibilidad alguna, los numerosos comentarios sexuales inapropiados a varias trabajadoras e incluso el contacto físico excesivo con algunos empleados.
Las principales conclusiones de la investigación contra Robert Sarver
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El Sr. Sarver, en al menos cinco ocasiones durante su mandato en la organización Suns/Mercury, repitió la ‘N-word’ (negro en tono despectivo) al relatar las declaraciones de otros.
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El Sr. Sarver incurrió en casos de conducta no equitativa hacia las empleadas, hizo muchos comentarios relacionados con el sexo en el lugar de trabajo, hizo comentarios inapropiados sobre la apariencia física de las empleadas y de otras mujeres, y en varias ocasiones mantuvo una conducta física inapropiada hacia los empleados masculinos.
3
El Sr. Sarver se dedicó a tratar a los empleados de forma degradante y dura, incluso gritándoles y maldiciendo.
La liga llega a definir alguna de las conductas del propietario como bullying, pero además remarca que Sarver no fue el único miembro de los Suns que se comportó de forma inapropiada en varias instancias. La mayoría de empleados que ejercieron una mala conducta ya no trabajan para la franquicia, y la competición adujo a la inefectividad del departamento de recursos humanos como uno de los orígenes del lío entre bambalinas.
Entre las acciones que ha emprendido la NBA tras revelar el resultado de la investigación, más allá de la sanción económica y la suspensión de la relación de Sarver con la franquicia un año, se encuentra la reorganización estructural de los Suns y la obligación para su dueño de completar un curso de respeto y conducta apropiada en el lugar de trabajo. “Las conclusiones de la investigación son preocupantes y decepcionantes”, compartió Adam Silver en el comunicado. “Espero que la comunidad NBA aproveche esta oportunidad para reflexionar sobre la importancia que este juego tiene para la gente de alrededor del mundo y los valores de igualdad, respeto e inclusividad que aspira a representar”.
Los 10 millones de sanción serán destinados a organizaciones que combaten los problemas de racismo y género dentro y fuera del entorno laboral en Estados Unidos. El informe completo de la investigación puede consultarse aquí.